OTRO PASE DE MICHAEL LAUDRUP

La modestia del rey del pase en profundidad se puso de relieve ayer. Michael Laudrup, el futbolista danés retirado, parece encontrarse más a gusto en el terreno de juego que en los salones de palacio, como demostró cuando acudió en la capital danesa a recibir una bien merecida Cruz de Caballero de la Orden de Dannebrog, de manos de la reina Margarita II. Un total de 78 personalidades danesas, entre deportistas, artistas, jueces y altos funcionarios ministeriales, se habían congregado en el palacio de Amalienborg, residencia real, para agradecer la condecoración que se les otorgó por diversos méritos. Pero mientras la mayoría de los invitados accedía a palacio por la puerta principal, Laudrup se introdujo por una entrada lateral, privando así al público del exterior de contemplar a uno de los deportistas más apreciados de todos los tiempos en Dinamarca. Ello no impidió al ex jugador del Barcelona y del Real Madrid fotografiarse orgulloso, vestido de frac y con su flamante medalla en la solapa, después de haber conversado con Margarita II, como manda la tradición. Algunos testigos afirman que el modesto Laudrup buscó a propósito una puerta escondida, aunque el jefe de la Casa Real, Soeren Haslund-Christensen, dijo: "Ese tipo de audiencias está fuera de mi control, pero creo que el pobre Laudrup estaba un poco confuso y entró en palacio por un patio que no era, para llamar a una puerta que no correspondía. Ya ha pasado antes", quizá disculpándole.- ,