Artur Mas insta a Unió a fusionarse con Convergència o a ponerse bajo su liderazgo
El consejero de Economía y próximo secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Artur Mas, advirtió ayer a sus socios de Unió Democràtica (UDC) de que si no se fusionan en un solo partido, el futuro líder de la coalición y, por tanto, sucesor de Jordi Pujol deberá salir inequívocamente de CDC. Las palabras de Mas han preocupado en UDC, que cuenta con delfín propio, Josep Antoni Duran Lleida. Dirigentes de Unió consideraron las palabras de Mas como un "ultimátum" y una intromisión a la soberanía del partido democristiano.
El pasado domingo, Mas se convirtió de facto en el número dos de Convergència, después de que el actual secretario general, Pere Esteve, anunciara que no piensa optar a la reelección en el congreso de noviembre y que pasaba el relevo al consejero de Economía.Menos de 24 horas después, las cosas no podían empezar peor. Artur Mas se estrenó convocando de forma precipitada una rueda de prensa (a la misma hora que otra de Unió Democràtica) para lanzar una clara advertencia a los democristianos: si en sus congresos de otoño los dos partidos no se unifican, no habrá lugar a la negociación y el sucesor de Pujol saldrá del partido mayoritario, o sea, de Convergència. Y por ahora, Mas es el único que opta a dirigir CDC cuando se jubile Jordi Pujol.
La fusión de Unió y Convergència evitaría, según el consejero de Economía, discusiones estériles porque no existiría la duda de si el candidato a la presidencia de la Generalitat es de un "partido o de otro". En cualquier caso, Mas se mostró partidario de "soldar" lo máximo posible ambas formaciones políticas.
El consejero todavía no ha comunicado oficialmente su intención de presentarse como secretario general. Lo quería hacer el pasado domingo en el consejo nacional pero Jordi Pujol se lo prohibió para no dar la imagen de improvisación y de que estaba ansioso por el cargo. Sea como fuere, ayer Mas ya anunció que está dispuesto a asumir cualquier responsabilidad en el partido y que piensa "jugar fuerte".
Las amenazas de Mas provocaron desigual reacción en los socios democristianos de Unió. En rueda de prensa, el secretario de organización de UDC, Josep Sánchez Llibre, negó que se hubiera abierto una carrera entre Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida para suceder al presidente de la Generalitat y alertó al mismo tiempo que el debate sobre el futuro protocolo de relaciones en CiU debía circunscribirse al ámbito interno de los partidos. "Al ciudadano no le interesa cómo nos organizamos, lo deben discutir los militantes. Y por ahora Josep Antoni Duran Lleida se dedicará a las tareas del Gobierno catalán, él no está en ninguna carrera", subrayó.
Pero en realidad, las declaraciones del consejero de Economía irritaron a los dirigentes de Unió, que las consideraron un "ultimátum" y una intromisión en la soberanía del partido. Fuentes de esta formación destacaron el buen clima de entendimiento en la coalición que imprimió el actual secretario general de Convergència, Pere Esteve, y advirtieron de que estas relaciones podrían deteriorarse si Artur Mas sigue empeñado en "promocionarse".
Las mismas fuentes lanzaron un serio aviso a Convergència: "No consideraremos a nadie un verdadero interlocutor hasta que no esté consolidado dentro de Convergència", en clara referencia a que Mas todavía debe obtener el refrendo de las bases del partido en el congreso de noviembre.
No obstante, Unió evitará públicamente enturbiar más las relaciones con sus socios aunque sus líderes no esconden cierta preocupación. "Si hoy [por ayer], a la mañana siguiente de que Mas fuera nombrado número dos de CDC, ya estamos así, en los próximos meses esto puede ser un castillo de fuegos artificiales", señalaron.
La carrera por la sucesión de Pujol será objeto de debate mañana miércoles en el Parlamento catalán. El Partido Popular preguntará al presidente de la Generalitat si las disputas entre Mas y Duran Lleida tendrán o no consecuencias en la acción de Gobierno. Ayer mismo, los populares denunciaron que el consejero de Economía y portavoz del Ejecutivo se gastó 800.000 pesetas en una rueda de prensa para presentar los presupuestos.
Históricos de CDC
El acceso de Artur Mas a la secretaría general se considera un triunfo del sector más soberanista del partido, cuyos jóvenes dirigentes poco a poco han sumado más poder en Convergència y en el Gobierno catalán. Uno de los máximos exponentes de este sector es Oriol Pujol Ferrusola, quinto hijo del presidente de la Generalitat.
Sin embargo, el futuro secretario general no quiere presentarse ante el electorado como un factor de ruptura entre generaciones, es decir, entre los históricos dirigentes y la nueva oleada de nacionalistas. Por este motivo, Mas pondrá en marcha tras el congreso un nuevo órgano denominado consejo asesor, ya contemplado en los estatutos aprobados por las bases de CDC en 1996.
A este consejo podrían incorporarse los exconsejeros Macià Alavedra o Josep Maria Cullell. Tampoco se descarta a Miquel Roca e incluso que lo dirija Pere Esteve cuando abandone la secretaría general.
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