Dos muertos en la explosión causada por un hombre que intentó suicidarse con gas

José Pérez Sequera, de 69 años, y Andrés Hiniesta Romero, de 89, fallecieron ayer a causa de la explosión de gas provocada en una casa de vecinos de Écija por Jesús Sánchez Álvarez, de 31 años. Sánchez Álvarez intentó suicidarse inhalando el contenido de una bombona de butano que antes había manipulado. Sorprendido por bomberos y policías locales, el suicida explosionó el gas, que todavía no le había intoxicado. El estallido, además de las dos muertes, causó quemaduras a Sánchez Álvarez, a un bombero y a dos policías.

Jesús Sánchez Álvarez, madrileño de Pozuelo de Alarcón, intentó suicidarse ayer en la habitación alquilada que ocupaba desde hacía unos meses en el número 2 de la calle Pardillo, una casa de vecinos de Écija en la que convivía con otras seis personas. En el vecindario no se sabe casi nada sobre él. Menos aún sobre sus motivaciones. Sánchez Álvarez se encerró en su dormitorio por la mañana y pensó dejarse intoxicar por el gas de la bombona de butano que, colocada a los pies de su cama, había manipulado antes. El olor a gas alertó a los vecinos y, a las 11.20, avisaron a los bomberos y a la policía local. Tras desalojar la casa, los agentes llamaron a la puerta de la habitación de la que salía el intenso olor. El suicida, descubierto, quiso acelerar el proceso y encendió un mechero pensando en lograr su propósito con la explosión que provocaría el fuego. La brutal deflagración dejó reducida a ruinas la parte trasera de la casa, su onda expansiva recorrió todo el pasillo de la vivienda y, al llegar al vestíbulo de la casa, causó un efecto "parecido al de un trabuco" que destrozó la puerta principal y la verja de una de las ventanas y arrojó a las dos víctimas contra la pared opuesta del estrecho callejón sin salida que es la calle Pardillo.

El resultado de la explosión fue el contrario al buscado por Sánchez Álvarez. No sólo falló en el empeño de acabar con su vida -está ingresado en la unidad de quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla con heridas en el 50% de su cuerpo-. Además, causó la muerte de las dos personas que salieron despedidas contra el muro de la casa de enfrente, en el que varias horas después todavía se apreciaban manchas de sangre y restos de cabello, y provocó heridas graves al bombero y a los dos policías locales que estaban en el interior de la casa y que han salvado sus vidas gracias a la ropa especial ignífuga que vestían.

Los fallecidos son José Pérez Sequera, de 69 años, y Andrés Hiniesta Romero, de 89. Pérez Sequera era jubilado y residente en Madrid, aunque viajaba con frecuencia a Écija, de donde era natural, para visitar a una hermana que vivía en la casa siniestrada. Hiniesta Romero sí vivía en la localidad astigitana y ocupaba una de las habitaciones del número dos de la calle Pardillo.

Los heridos, además del suicida, son el bombero José Manuel Oterino, que tiene quemaduras de segundo grado en la cabeza, el cuello y la mano izquierda, y está ingresado en el servicio de cirugía plástica del Hospital Virgen del Rocío, y los policías locales José María Albert y Carmelo Martín, que fueron dados de alta por la tarde tras ser atendidos por heridas leves.

Jesús Sánchez Álvarez fue detenido poco después en el Hospital de San Sebastián de Écija, en el que se le atendió antes de trasladarlo a Sevilla. Anoche permanecía custodiado por el Cuerpo Nacional de Policía mientras se le investiga como presunto autor de dos delitos de homicidio involuntario.

El juez de Écija que instruye el caso, Víctor Manuel Escudero, decretó el secreto del sumario. El Ayuntamiento de la localidad ha dictado dos días de luto oficial.