La oposición serbia convoca un gran mitin para el próximo sábado contra Milosevic

La oposición serbia convocó ayer para el próximo sábado día 27 en Belgrado su tercer gran mitin antigubernamental; mientras, seguirá organizando protestas diarias por la intervención de la cadena opositora de televisión Studio B y la emisora de radio B2-92. Una quincena de partidos de la oposición proclamaron su unificación en enero pasado, y desde entonces han celebrado dos mítines en la capital, en abril y el pasado día 15, para presionar al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, a que convoque elecciones anticipadas.

Las autoridades clausuraron el pasado día 17 la cadena StudioB, controlada por el principal partido de la oposición, el Movimiento de Renovación Serbio (SPO), bajo acusación de instar "al alzamiento contra el Gobierno y el orden constitucional". La policía irrumpió en la madrugada del miércoles en el edificio en el que se encuentran las sedes de Studio B, de las emisoras de radio B2-92 e Index y del diario independiente Blic, y a sus empleados se les prohibió el acceso al inmueble. Ayer, la policía permitió la entrada a los redactores de Blic y la emisora Index reanudó sus emisiones.La oposición denunció que estas intervenciones marcan "la entrada del país en una dictadura abierta", e inició una serie de protestas en la capital y otras ciudades bajo su control. Tras los choques entre la policía y los manifestantes registrados en los últimos dos días en Belgrado, la oposición anunció que sus líderes y personalidades organizarán un cordón de protección en torno a los concurrentes al mitin previsto para ayer y los próximos días.

A su vez, el presidente del opositor SPO, Vuk Draskovic, acusó ayer al Gobierno de Milosevic de "provocar un derramamiento de sangre". Draskovic aseguró que ese "terror salvaje y organizado" es un pretexto para ejercer "un terror aún mayor sobre el pueblo", en declaraciones a los periodistas en la alcaldía de Belgrado.

Draskovic responsabilizó al viceprimer ministro serbio, Vojislav Seselj, de que el Gobierno haya decidido controlar el canal de televisión Studio B, que hasta entonces estaba en manos de la oposición. "Ningún poder vale una sola vida humana", añadió en referencia a los violentos enfrentamientos del miércoles y el jueves entre la policía y los manifestantes que se oponen a que el poder controle los medios independientes serbios.