El embajador marroquí expresa al alcalde de El Ejido su inquietud por sus compatriotas
El embajador de Marruecos en España, Abdelflan Baraka, visitó ayer Almería, donde conoció la situación de sus compatriotas en la provincia. Baraka se reunió con el subdelegado del Gobierno en Almería, Fernando Hermoso, y con el alcalde de la capital, Santiago Martínez Cabrejas. Pero la reunión más intensa fue la que mantuvo por espacio de más de dos horas con el alcalde de El Ejido, Juan Enciso.El embajador le manifestó la preocupación de su Gobierno por la situación en la que viven los inmigrantes marroquíes en esa localidad y ofreció la colaboración de su país para buscar, entre todos, líneas de actuación que ayuden a fomentar la integración y la convivencia.
Baraka anunció la próxima apertura de un consulado en Almería y de una sede permanente de la Fundación Hassan II en el puerto de Almería, donde ahora tenía una oficina durante la operación paso del Estrecho. Marruecos tiene previsto abrir cuatro nuevos consulados en España. Tres de ellos estarán en Andalucía, comunidad en la que sólo hay un consulado de Rabat, en Algeciras.
Baraka dejó claro desde el primer momento que iba a eludir pronunciarse sobre los sucesos racistas de febrero en El Ejido. "No venimos a Almería a hablar del pasado, sino del futuro. Venimos a hablar de diálogo y de la integración de nuestro colectivo, con sus derechos y sus obligaciones", afirmó.
No obstante, reconoció que su Gobierno está atento a las medidas que se acordaron tras los disturbios de febrero: "Respetamos en todo momento a los representantes de las asociaciones y a las autoridades locales, pero tratamos de hacer un seguimiento del proceso de acuerdos porque queremos asegurarnos de que los daños sufridos puedan ser compensados".
También quiso agradecer a la opinión pública y a las autoridades españolas "su postura de rechazo en todo momento a cualquier manifestación de xenofobia". Enciso agradeció al embajador Baraka el pésame que le transmitió, en nombre del Gobierno marroquí, para las familias de las tres personas asesinadas en febrero por ciudadanos de su país, muertes que se convirtieron en el desencadenante de los disturbios que después sacudieron al municipio ejidense.
Abdelflan Baraka afirmó que la inmigración es un fenómeno internacional que también afecta a Marruecos, a donde llegan ciudadanos subsaharianos y asiáticos. Justificó las continuas salidas de sus compatriotas en el afán de los jóvenes por mejorar sus condiciones de vida. "Marruecos no es un país en el que se mueran de hambre, pero sí hay una gran población joven que tiene ambición por mejorar y quiere trabajar en otros países", explicó.
Aseguró que luchan contra las mafias de la inmigración y comentó, sobre el plan de blindaje de la frontera:, "Hay otros métodos más conformes con el mundo globalizado".
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