Un joven de 18 años pasa a disposición judicial acusado del asesinato del domingo de Feria en Sevilla
Tras pasar dos días en los calabozos de la policía, Juan José O. B., de 18 años pasó ayer a disposición judicial, acusado de matar a un hombre en la madrugada del domingo de Feria en Sevilla. Según la versión ofrecida ayer por la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Rocío Roche, y el jefe superior de Policía de Andalucía Occidental, Julián Martínez Izquierdo, el ahora acusado habría apuñalado por la espalda a Raúl Martín Flores, de 27 años, tras una fuerte discusión relacionada con dos mujeres jóvenes que presuntamente acompañaban al ahora acusado.Los numerosos testimonios recopilados por los investigadores policiales desde que se produjeron los hechos el pasado 7 de mayo han permitido que los agentes de la Brigada de Homicidios tengan una idea bastante clara de cómo sucedió el apuñalamiento y de las circunstancias que lo motivaron.
Según la versión policial, Martín Flores estaba junto a un amigo suyo a bordo de uno de los aparatos de los denominados autos de choque. Asimismo, alrededor de las siete de la mañana, dos muchachas jóvenes y residentes en el barrio sevillano de Torreblanca también disfrutaban de la atracción instalada en la denominada Calle del Infierno. En un determinado momento, Martín Flores posó sus ojos sobre las muchachas y decidió, siempre según la versión policial, y comenzó a acercarse a ellas. Los investigadores aseguran que varios testigos presenciales aseguran que Martín Flores "acosó" con especial insistencia a una de las muchachas. Juan José O. B., que también ocupaba un auto de choque junto a un amigo, se encaró con quien estaba presuntamente molestando a sus vecinas y amigas y la cosa acabó en una pelea entre conocidos de uno y otro. Al poco tiempo, Martín Flores se desplomaba sobre la pista de los autos de choque con una grave herida en su costado izquierdo, que, a la postre, acabó con su vida.
Investigación de la 'madrugá'
El delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, aseguró ayer que la investigación sobre las estampidas humanas en la madrugada del Viernes Santo de la Semana Santa de Sevilla están prácticamente cerradas y que no se han encontrado evidencias que lleven a pensar que los sucesos que acabaron con tres personas heridas tuvieran su origen en actividad delictiva alguna. Prácticamente se descarta ya la teoría del compló o de los juegos de rol en vivo como espoleta para el pánico colectivo de la madrugá.
"Todo apunta a una sucesión de pequeños hechos los que causaron una situación de miedo e histeria que se fue transmitiendo de un lugar a otro con una rapidez tremenda", afirmó Torres Hurtado tras presentar el operativo de seguridad para El Rocío, el Plan Romero 2000.
Desde el primer momento, la Delegación del Gobierno apostó por el pánico colectivo como explicación de los sucesos de esa noche. Una revuelta en la procesión de Los Gitanos y un hombre blandiendo un cuchillo habrían desatado el efecto dominó entre los asistentes a las procesiones. Por su parte, el Ayuntamiento considera que todo fue una acción coordinada y preparada para reventar la jornada.
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