Aznar culpa del fracaso de la fusión con KPN a la falta de liberalización del mercado europeo

José María Aznar instó ayer a la Unión Europea a que corrija cuanto antes el "error" y la "anomalía" en la falta de regulación de determinados mercados que han forzado a su Gobierno a rechazar el proyecto de fusión de la Telefónica española con la operadora holandesa KPN. Aznar exigió a la UE que "incentive la liberalización y la libre competencia" en el sector de las Telecomunicaciones y negó que su Ejecutivo hubiera rechazado "formalmente" esa unión de las citadas operadoras o que hubiese ejercido cualquier tipo de presión para boicotear ese proyecto de Villalonga.

Gaspar Llamazares, diputado de IU, interrogó ayer a Aznar sobre por qué había motivado su rechazo a la frustrada fusión entre Telefónica y KPN; sobre unas supuestas presiones e injerencias del Gobierno del PP hacia el núcleo duro de la compañía (BBVA y Caixa) y sobre la ignorancia del compromiso del Ejecutivo holandés de desinvertir sus acciones en esa empresa para evitar su control estatal. En la primera pregunta de las sesiones de control al Ejecutivo de esta VII legislatura recién estrenada, Llamazares hurgó en esa herida al concluir que las razones a ese boicot no habían sido legales sino en realidad "políticas y privadas, privadas y políticas" por la mala relación actual de Aznar con Villalonga, su compañero de pupitre de estudios.

Aznar comentó que su Gobierno no se opuso "formalmente" a esa fusión porque nunca llegó a concretarse. Eso sí, dio a entender que el Ejecutivo sí tenía una opinión al respecto, que no avanzó.

Aznar afirmó por último que el problema era de la Unión Europea, por tener en curso una "anomalía que debe corregir" en algunos mercados cerrados, en donde algunas empresas públicas y privatizadas pretenden competir como si fuesen mercados abiertos. Aludió así a la acción de oro, que se reserva el Gobierno en empresas de determinados sectores estratégicos, como Telefónica.