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Entrevista:ADRIANA D'ATRIPINTORA

"Pinto con toda la demencia de la que soy capaz"

Adriana d'Atri no lee los libros, los ve. Ahora ha dado un paso más y los pinta. Ese viaje desde la lectura hasta los paisajes abstractos es para ella muy corto, al contrario del que en el año 1962 le llevó a Madrid desde Buenos Aires (Argentina), donde nació. Venía con una beca de un año para ampliar sus estudios de Pedagogía, pero decidió que no iba a volver. Aquí conoció a su marido y de aquel momento recuerda una puesta de sol en el campus universitario. "Es el cartel de una sala de fiestas", le dijeron, y ella pensó entonces que aquello era una invitación a quedarse.Pregunta. ¿Cómo se puede pintar un libro?

Respuesta. Los libros son una parte importantísima de mi vida. Los leo y releo cincuenta veces, desde que era pequeña. Y los veo en imágenes y sensaciones. Cuando pinto sobre esos libros no recuerdo la trama, lo que pasa, sino que pienso en los colores que me sugieren.

P. ¿Y cuáles son esos colores?

R. Depende, cada uno tiene su forma de expresarse. Entre los veinte cuadros que forman la colección, la gama es muy variada. Pero, a la vez, son todos muy materiales. La gente cuando los mira quiere tocarlos.

P. ¿Qué autores ha elegido para esta colección?

R. En su mayoría son autores españoles y latinoamericanos. Desde García Lorca y su obra Yerma; Temblor, de Rosa Montero; Nubosidad variable, de Carmen Martín Gaite; Son de mar, de Manuel Vicent; Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez, y Andamios, de Mario Benedetti, entre otros.

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P. ¿Con algún criterio de selección en particular?

R. No hay un criterio de selección uniforme, sino más bien una inspiración anárquica. Se trata sólo de libros que he leído muchas veces y que, por la razón que sea, se me han quedado grabados.

P. ¿Sigue algún método?

R. Realmente no. Pinto con toda la demencia de que soy capaz. Sin ningún pudor. Lo que he intentado es captar el espíritu de los libros, su sensibilidad.

P. ¿Cómo le llega este espíritu a la gente?

R. Cada uno supongo que a su manera. Al lado de cada cuadro hemos puesto el libro que lo inspira. Todos están abiertos, algunos viejos y manoseados. Es que yo no entiendo un libro cerrado. La gente cambia las páginas, lee algunas cosas y mira los cuadros.

P. ¿Cómo se le ocurrió la idea?

R. Hace 12 años fui a Nueva York con una amiga. Visitamos una exposición de pintura del pedagogo Josef Albers en el MOMA, el museo de arte moderno de la ciudad. La exposición, que se llamaba Homenaje al cuadrado, fue para mí el descubrimiento del color. Cuando salimos del museo le dije a mi amiga que, cuando volviera a Madrid, me iba a poner a pintar.

Adriana d'Atri. Casa de Cultura de San Lorenzo de El Escorial, hasta hoy, 14 de mayo.

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