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NEGRITAS

11.046

El 11.046. Ese es el número de placa del agente de la Policía Local de Cádiz Antonio Sánchez. 24 años de servicio a las espaldas, el último lustro dedicado a vigilar celosamente que ni un ciclomotor estacione más allá de los sitios reservados para ellos frente al Ayuntamiento. El agente 11.046 resolvió el jueves una fuga, la de Isaac Laínez, un recluso trasladado a la Audiencia Provincial para ser juzgado por otra causa pendiente. Al igual que otros presos hicieron con anterioridad, López evadió la custodia de la Guardia Civil, salió corriendo esposado y se aventuró por las callejuelas del Barrio de Santa María, situado frente a la antigua Cárcel Real, hoy sede judicial. Debe ser inquitante para un preso que lo lleven a juzgar a un antiguo penal. Así que debió pensar que, entre prisión y prisión, lo mejor era tirar para el barrio, cuna de flamenco.Laínez, que a sus 19 años presenta una ficha con 30 detenciones, se pegó un buen carrerón: Botica, Higuera, Sopranis, San Juan de Dios y San Fernando. Un recorrido similar al del Nazareno. Perseguido, subió a una azotea, saltó pretiles y escaló tapias. Por más que miraba a su espaldas no veía a Tommy Lee Jones, así que siguió adelante. Fue Sánchez el que lo vio correr. Dejó de ser, provisionalmente, valladar contra las motos y le dio el alto. El fugado, curiosamente, le hizo caso y se detuvo. Más bien parece que por agotamiento. Lo cierto es que estando ya el prófugo sentado en la calle San Fernando, el veterano agente lo retuvo y lo entregó a la Guardia Civil. En ese escenario se produce un diálogo cargado de intensidad dramática. El reo, esposado, dice: "Yo no soy ningún preso". Los guardias civiles responden, en clave policiaca, se entiende: "Eres tonto, chaval".

Lo curioso es que aunque el fugado sólo recorrió cuatro calles del barrio, ayer toda la vecindad aseguraba que había pasado por su puerta. Al final, fue casi una detención colectiva. El que no participó fue el concejal de la Policía Local, Enrique García Agulló, que contempló la acción desde la puerta del Ayuntamiento. Agulló, que fue de Greenpeace -y reniega de la violencia- se acercó después para felicitar al agente.

Cuatro reclusos se han escapado ya de la vigilancia de la Guardia Civil en los juzgados. Esta misma semana, el Observatorio Turístico ha detectado que los turistas demandan más actos culturales y espectáculos en Cádiz. Tarde o temprano, alguien despachará entradas junto a la puerta de la Audiencia.

ANTONIO HERNÁNDEZ-RODICIO

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