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Reportaje:

Pedaleando por el Plazaola

Pedaleando en bicicleta, como debe ser, inauguraron ayer las autoridades navarras y vascas el primer tramo de vía verde del antiguo ferrocarril del Plazaola, entre las localidades de Mugiro, Lekunberri y Uitzi, que está llamado a ser el recorrido natural de ocio más importante entre San Sebastián y Pamplona.La vía verde del Plazaola es ya algo más que un proyecto. Pamplona avanza en los estudios de acondicionamiento de la salida del trazado del antiguo ferrocarril de vía estrecha, que dejó de funcionar en 1953, pero Lekunberri le ha ganado la carrera y ayer inauguró con aurresku, corte de cinta incluida a cargo del presidente navarro, Miguel Sanz, y una breve marcha cicloturista los primeros kilómetros acondicionados de esta vía.

Herensuge, la serpiente que habitaba en las simas de Aralar, bien pudo haber sido la diseñadora de un trazado tan retorcido como lleno de belleza que ahora es ya practicable a pie, en bicicleta e incluso a caballo.

El Consorcio Turístico del Plazaola quiso celebrar la fecha por todo lo alto. Numerosos alcaldes y concejales de Larráun y valles aledaños, Sanz, los consejeros navarro y vasco con competencias en ordenación territorial, Javier Marcotegui y Patxi Ormazabal, respectivamente, y otras autoridades participaron, junto a decenas de vecinos, en los actos con que se abrió el público esta vía.

Se trata de un tramo de 7.000 metros de longitud y unos tres de anchura, señalizado y acondicionado, con un túnel incluido, que recupera para el ocio y el turismo el recorrido de un tren que nació en 1902, cuando la Compañía Minera Guipuzcoana obtuvo autorización para construir un ferrocarril de 22 kilómetros que le permitiese transportar el material de hierro extraído de las minas de Plazaola hasta la estación de Andoain. En 1914, se convirtió en tren de pasajeros entre las capitales navarra y guipuzcoana.

"La vía verde será de nuevo un espacio de encuentro", afirmó José María Aierdi, alcalde de Lekunberri y parlamentario foral de EA. "No en vano", bromeó, "fue el primer tren antirracista del mundo porque, como decían sus usuarios, todo el mundo salía blanquito, pero cuando atravesaban sus túneles acababan todos negros".

El desarrollo de esta vía ha sido el fruto de una década de trabajo. En 1991, comenzó a tomar forma, una vez aprobado por el Gobierno foral el correspondiente proyecto. El Ejecutivo expropió los terrenos, en manos privadas desde los años 60, se rehabilitó la antigua estación de Lekunberri como centro de acogida de visitantes y, en noviembre de 1998, comenzaron las obras. Un año después, se finalizó el primer tramo, inaugurado ayer y cuyo costo, cien millones de pesetas, ha financiado el Ministerio de Medio Ambiente.

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Pero éste es sólo el primer paso. La segunda fase del proyecto atravesará Leitza para llegar hasta la muga con Guipúzcoa. La Diputación guipuzcoana ya ha garantizado que el recorrido tendrá total continuidad hasta San Sebastián.

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