El 'calcio', a punto de estallar

El calcio se ha sentado sobre una caldera a punto de estallar. Y todo por un pecado que pudo ser venial. El árbitro Massimo De Santis -que en el último minuto del Juventus-Parma del pasado domingo pitó una falta inexistente a favor del Juventus justo cuando Cannavaro, del Parma, remató a gol de cabeza y logró el empate- ha desatado los vientos de una tormenta que nadie sospecha aún cuándo terminará. El Lazio, el gran perjudicado en su carrera por alcanzar en el liderato al equipo juventino, ha puesto el grito en el cielo.Sobre la humanidad del árbitro llueven todas las penas del infierno: ha sido suspendido provisionalmente (se habla de uno a cuatro meses) con la excusa de que habló con la prensa después del partido, infringiendo el reglamento, que se lo prohíbe estrictamente. Además, perderá, seguramente, la categoría internacional. Y lo más grave, su madre ha recibido amenazas de muerte.

El presidente del Lazio, Sergio Cragnotti, ha dicho que "este es un campeonato irremediablemente falseado" y amenaza con sacar en el futuro a su equipo del torneo y disputar solamente competiciones europeas. Su furia tambien tiene que ver con la caída de las cotizaciones del Lazio en la bolsa, un 8,47% menos respecto al viernes anterior. Los aficionados laziales, por su parte, preparan para mañana, jueves, una multitudinaria manifestación de protesta frente a la sede romana de la Federación Italiana. Por su parte, Calisto Tanzi, presidente del Parma, ha declarado que "el campeonato no tiene credibilidad y para seguir algo debe cambiar inmediatamente".

El Juventus, que ha mantenido con aquel error arbitral dos puntos de ventaja fundamentales, se mantiene en silencio. Sus dirigentes han hecho conocer, sin embargo, que temen una confabulación que les haga perder el título en la última fecha.

Lo delicado de la situación también puede advertirse por la reacción de los más altos estamentos deportivos. Para el próximo martes se ha llamado a un cónclave entre los presidentes del Comité Olímpico Italiano, la Liga y la federación. Quizá en esa reunión se pongan las bases para implantar la profesionalidad de los árbitros, una solución que varios clubes reclaman desde hace tiempo, para evitar que el veneno de las sospechas hiera de muerte el sistema.