De la Rosa, con el cuchillo entre los dientes

El Gran Premio de España acabó en la segunda vuelta para Pedro Martínez de la Rosa (Arrows). Fue el final de un mal sueño que se prolongó todo el fin de semana. Realizó el sábado el mejor tiempo de su vida en unos entrenamientos cronometrados de F-1 (noveno), pero se lo invalidaron por usar una gasolina que no se ajustaba a las muestras presentadas por su escudería al principio de la temporada. Quedó relegado a la última posición en la parrilla de salida. Una apelación de Arrows le devolvió al noveno puesto. Sin embargo, ayer por la mañana, el equipo decidió retirar la apelación ("Corríamos demasiados riesgos", dijeron). Y De la Rosa regresó a las antípodas, es decir, al último puesto.Fue una pésima noticia, porque incluso en el calentamiento, el español demostró que su coche podía competir por los puntos. Logró el sexto mejor tiempo. "Siento una gran decepción", comentó a sus íntimos. Y decidió salir a por todas. "Con el cuchillo entre los dientes", afirmó. Adelantó a cuatro coches ya de salida, y luego se tocó con Alesi (Prost) cuando intentaba avanzarle en la segunda vuelta. Los dos tuvieron que abandonar. "Ya le sacaba tres cuartos de coche, pero él no supo ir delante cuando estuvo en Ferrari y ahora no sabe ir detrás", esgrimió De la Rosa. "Cuando me di cuenta de que era Alesi ya pensé que acabaríamos mal. Debió de darse cuenta de que ya le había adelantado. Pero me cerró el paso. Con otro piloto hubiera seguido en pista".

El balance de De la Rosa arroja números rojos. En una temporada en la que cuenta con un vehículo rapidísimo -318km/h en la recta, el tercero más veloz- sólo ha conseguido concluir una carrera (9º en Brasil). En las otras cuatro, por uno u otro motivo, se ha retirado.