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A la caza de la mejor imagen

Obtener la mejor imagen de las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy no es fácil. Sus organizadores, deseosos de mantener bien alto el listón de estos festejos que en 1980 fueron declarados de Interés Turístico Internacional, cuidan con mucho celo todo detalle y eso complica, en ocasiones, la labor de los informadores gráficos. "Hay veces que en los desfiles nos juntamos más de veinte cámaras y fotógrafos acreditados justo a la entrada de la plaza de España. Se conceden demasiados pases, para tan poco espacio de trabajo", protestaba el viernes un reportero gráfico.Dijo esto durante el desfile de las entradas, que es el acto que más atención reclama. Todos buscan ahí la mejor imagen de los protagonistas de la fiesta.

Este año el Ayuntamiento de Alcoy, que es quien se encarga de acreditar a fotógrafos, cámaras y periodistas, había cursado la víspera de los desfiles unas 150 autorizaciones, cifra que suele aumentar con peticiones de última hora. "Intentamos facilitar al máximo la labor de los informadores. No se hace ningún tipo de selección. Se acredita todo aquel que demuestra que va a trabajar en la difusión de la fiesta", explicó tajante el secretario municipal, Antonio Pérez. Este año las solicitudes han llegado de medios de comunicación de toda España y empresas privadas entre las que se encuentra la británica Pilot Film & Television Producctions. Se trata de un caso excepcional ya que la mayoría suelen representar a pequeñas productoras de vídeo contratadas para inmortalizar algún aspecto de la fiesta.

"Te pasas toda la mañana esperando la mejor imagen y cuando por fin la tienes va y se te pone en medio alguien y te la estropea. Es curioso, siempre suele ser un agente o alguien de la organización", explicaba un fotógrafo. El dispositivo que se monta es exagerado para muchos pero necesario, según la organización, para que se cumplan los horarios y el buen ritmo del desfile. Este año lo formaban 110 agentes. Acostumbrado por la dureza de los conflictos internacionales el fotógrafo de la agencia Reuters, Desmond Boylan, no acusó tan mal trato. Hace tres años estuvo en las entradas de Alcoy y sus fotografías se han publicado en cientos de medios de todo el mundo.

Rafael Romá, presidente de la Associació de Sant Jordi, entidad que organiza las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, trató de quitar hierro al asunto al reconocer que la relación con los medios de comunicación "es necesaria". "No molestan, al contrario engrandecen la fiesta".

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