ETA, sin máscara
Para aquellos que mantenían todavía algunas esperanzas sobre la verdadera naturaleza de lo que se ha convertido ETA, el despertar debe ser duro. ETA misma acaba de devolverles a la (a su) realidad: está resuelta a no seguir siendo más que una organización terrorista. El diálogo político no le interesa nada(...) El secuestro, los explosivos, los impuestos revolucionarios, la muerte son sus únicas armas hoy, en el seno de una España y una UE democráticas, como lo eran ayer contra la dictadura franquista.Día tras día, desde hace una semana, destila en la prensa sus "revelaciones" sobre el Foro de Lizarra. Era una especie de pacto firmado en otoño de 1998 entre ETA, su representación política HB-EH, de un lado; y del otro los nacionalistas moderados agrupados en torno al PNV. (...) El PNV creía haber convencido a los radicales de ETA y de HB-EH de un deslizamiento progresivo fuera de la violencia. ETA había proclamado una tregua. (...) Duró 14 meses. En diciembre pasado, ETA volvió a los atentados. (...) El PP dice que en las provincias vascas no hay más que un problema de terrorismo. No merece más que un tratamiento policial, del modo que Alemania e Italia pusieron fin a las artimañas del Ejército Rojo y de las Brigadas Rojas. Sólo que ETA no es la banda de Baader. Se quiera o no, cerca del 20% del electorado vasco vota a la representación política de ETA, HB-EH. El "problema vasco", desgraciadamente, no se resume en un "problema policial". Es peligroso pretenderlo, incluso si ETA se las ingenia, en su loca deriva, para dejarlo creer.
París, 5 de mayo
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