La policía detiene a cuatro magrebíes por atracar a turistas orientales en Centro

El incremento de la presencia policial en el barrio de Lavapiés ha desplazado los asaltos a las inmediaciones de la calle de Atocha, la plaza de Santa Ana y la calle del Prado. La policía detuvo ayer a cuatro magrebíes acusados de ser los presuntos autores de asaltos violentos a turistas en el distrito Centro. Tres orientales fueron hospitalizados por las agresiones sufridas. En uno de los atracos, los magrebíes se enfrentaron a la policía y un agente sufrió diversas contusiones en el rostro y otras partes del cuerpo. Los vecinos denuncian que están hartos de la oleada de robos.

Alrededor de 50 turistas orientales desembarcaban en la tarde de ayer, a las 18.30, de los dos autocares que había fletado una agencia de viajes para llevarles a un restaurante de la calle de Atocha. Tres supuestos delincuentes magrebíes estaban al acecho en las inmediaciones del establecimiento. Seleccionaban a su víctima de entre el grupo. Un par de sexagenarios, la mujer de 65 años y su marido aún mayor, quedaron algo rezagados, a unos diez metros de la entrada del local.Los magrebíes, siempre según la policía, se abalanzaron sobre ellos. La mujer llevaba un bolso y uno de los atracadores lo agarró por la correa. Pero la mujer sujetó su bolso y no lo soltó. El ladrón tiró muy fuerte y acabó tirándola al suelo. El marido trató de ayudarla, pero otro delincuente le apartó a golpes y le derribó. "El hombre sufrió un golpe en el pómulo, probablemente de un puñetazo, y se desolló las rodillas contra la acera", explicó ayer un portavoz del Samur.

El tironero arrastró a la mujer por el suelo a lo largo de varios metros y le causó heridas en las rodillas. La golpeó contra la parte de detrás de un coche y ella soltó el bolso. Se quedó tendida en el suelo, herida.

Uno de los atracadores salió corriendo hacia la calle de Santa Isabel. Un compañero le esperaba en una motocicleta en marcha. Se subió con él y huyeron del lugar a toda velocidad, según explicó ayer el propietario del restaurante.

Patrulla policial

Una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía circulaba por el lugar. Uno de los agentes logró detener a un asaltante. Pero su compañero recibió diversos golpes por parte del otro atracador y lo perdió calle abajo.

Los camareros del restaurante oriental llamaron al Samur. Las dos personas mayores víctimas del robo fueron trasladadas en ambulancia al hospital Gregorio Marañón.

El propietario del restaurante afirmó ayer que es la segunda vez que unos inmigrantes roban a su clientela. "En un año me han robado seis veces, la última, este mismo mes, y la anterior, hace tres meses. Ya estoy cansado de denunciar esto", afirma. "Yo mismo les he preguntado a los policías 'qué puedo hacer' y me dicen que tenemos que cuidar nosotros a los turistas, pero no podemos hacer su trabajo", añadió. "Los mismo policías nos dicen que son pocos para cuidar de todo el barrio y tenemos miedo, estamos desprotegidos", añadió.

"Los robos son una gran molestia para mi negocio porque las agencias van a dejar de mandarme grupos de turistas", afirmó. "La zona del Museo del Prado, del Museo Reina Sofía, la plaza Mayor y la Puerta del Sol son zonas peligrosísimas para los turistas", añadió el propietario del local. "Las agencias de viaje de los países orientales les advierten a los turistas de que España se ha convertido en el país más peligroso de Europa, le ha quitado el puesto a Italia", afirmó.

Por otro lado, tres jóvenes magrebíes, uno de ellos menor de edad, fueron detenidos ayer por atracar y acuchillar a un turista japonés, de unos 30 años, que caminaba por la carrera de San Jerónimo, según informó ayer un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.

El asalto sucedió hacia las siete de la mañana. En un forcejeo con los ladrones, el turista sufrió varios cortes y heridas por arma blanca. Fue atendido por los sanitarios municipales y trasladado a la Clínica de la Concepción, con pronóstico leve. Varios testigos facilitaron a los agentes la descripción de los ladrones. La policía realizó una batida y dio con los sospechosos. Los detenidos no llevaban ningún objeto de la víctima.