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El fiscal pide 15 años de cárcel para un acusado de matar a un niño

El fiscal solicita 15 años de prisión para Abderraouf B., de 34 años, al que acusa de matar a golpes al hijo, de cinco años, de su compañera sentimental el 30 de mayo pasado. Los puñetazos provocaron al crío una hemorragia cerebral, según los forenses. El crimen ocurrió, según el fiscal, entre las cinco de la tarde y las diez de la noche de ese día, en el domicilio de la calle de Embajadores en el que reside la pareja desde hace 30 meses y en el que, junto a ellos, vive un hijo biológico de ambos que tiene cuatro años.

El juicio contra Abderraouf, ciudadano marroquí que también utiliza el nombre de Mohamed A., se celebrará en la Audiencia de Madrid. El fiscal asegura que Abderraouf golpeó al niño con "ánimo de matarle" y que en su acción concurrieron las agravantes de abuso de superioridad y parentesco.La madre del niño y compañera sentimental de Abderraouf, de 29 años, ha renunciado a la indemnización que proponía el fiscal por la muerte de su hijo a manos, supuestamente, de su compañero sentimental. A raíz de este crimen fueron detenidos ambos, si bien la juez instructora dejó a ella libre de cargos y ordenó prisión sin fianza para él. El auto en el que la titular del Juzgado de Instrucción 7 de Madrid, Concepción Escudero, abre el juicio oral contra Abderraouf, quien posee antecedentes penales por hurto, revela el sufrimiento que tuvo que pasar el menor antes de morir. Escudero indica que el pequeño sufría lesiones "en la zona parietal y occipital de la cabeza, en el rostro, una fractura y hematoma en el pómulo izquierdo y un edema en el labio inferior".

Marcos García Montes, abogado defensor de Abderraouf, disiente del escrito de calificación del fiscal y solicita su "libre absolución". Según la defensa, a la hora en que sitúa el fiscal el crimen, su cliente se hallaba en un bar viendo un partido de fútbol. Asimismo, García Montes asevera que las lesiones que presentaba el niño se debieron a una caída, y no a los supuestos golpes que apunta el ministerio público en su escrito. El letrado también hará ver en el juicio que su cliente sufre una alteración psíquica debido al alcoholismo crónico que padece.

Era domingo por la noche, 30 de mayo de 1999, cuando los médicos del 061 del Insalud acudieron a la casa de la calle de Embajadores tras una llamada de auxilio de la propia madre, que sigue unida sentimentalmente a Abderraouf, pese a que éste está preso en espera del juicio.

Al entrar, los facultativos se encontraron con el niño muerto. El cadáver estaba tirado en una de las dos habitaciones de la casa. En las paredes del pasillo y en un sillón había salpicaduras de sangre.

Según las primeras manifestaciones de la madre, el domingo por la tarde salió de la casa con su niño de tres años y dejó acostado en el domicilio a su otro hijo de cinco años, el fallecido. Fuentes policiales explicaron que la madre regresó a las nueve de la noche a casa y se encontró con el niño tendido en el pasillo, y que trató, sin éxito, de reanimarle, pero que, al no conseguirlo, llamó asustada a su hermana y luego al 061. Poco después llegó a la casa el acusado.

Los vecinos aseguran que la madre nunca sacaba de casa a su hijo mayor

Los vecinos comentaron que las discusiones entre la pareja eran frecuentes, sobre todo de noche. La policía confirmó que los malos tratos venían de tiempo atrás. La propia madre, que trabaja como empleada en un hotel, curaba las heridas que sufría el mayor de sus hijos, al que nunca sacaba de la casa debido a las supuestas amenazas de su marido, según apuntaron varios vecinos del bloque. La policía también informó de que Abderraouf ha sido detenido en 55 ocasiones por estafa, robos, narcotráfico y agresiones. No obstante, el fiscal indica que sólo tiene un antecedente penal por hurto.Varios vecinos explicaron entonces que nunca habían visto al pequeño fallecido. Dijeron que conocían su existencia por los lamentos que oían a través del patio. La madre, en cambio, sí solía bajar por la escalera con su hijo menor, el de tres años. "El niño pequeño era encantador y sonriente. Del otro sabíamos que estaba ahí metido por sus lamentos nada más", señaló una vecina, que afirmó que en una ocasión oyó gritar al pequeño: "¡Mamá, no me pegues!".

Varios residentes del bloque aseguran que las peleas entre la pareja eran continuas. "Él llegaba a casa por las noches y ella no abría. Empezaba a dar golpes hasta que se iba gritando", contó un vecino. Otros dijeron que nunca habían oído maltratar al niño y que era falso que se hubiesen inhibido de denunciar los hechos ante la policía.

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