El centro del campo de moda

No es por menospreciar el centro del campo del Barça, cuya calidad -Gabri, Guardiola, Rivaldo y Cocu- está fuera de toda duda. Pero si hay algún medio del campo de moda en Europa ése es el del Valencia: Mendieta, Farinós, Gerard y Kily González.Es lógico que así sea. Son jóvenes -el más veterano es Mendieta con 26 años-, participan activamente en el juego de su equipo y, sobre todo, tienen gol. Tan sólo en la Liga de Campeones, suman 12 de los 21 tantos del Valencia, con un reparto bastante equitativo: cuatro de Gerard y Kily, dos de Mendieta, uno de Farinós y uno del hombre más en forma del equipo, Angulo, si bien este último ha abandonado la medular para trasladarse a la delantera. En la Liga, su porcentaje es todavía mayor: coleccionan 31 de los 53 tantos. Se entiende, pues, que sus nombres hayan salido asiduamente en la prensa italiana en los últimos meses. En el banquillo de Mestalla esperan su turno otro internacional sub 21, Albelda, así como el veterano Milla, de 34 años, ya recuperado de una rotura de menisco.

Pero no es sólo eso. Por encima de todo, esta gente tiene personalidad. No se arruga casi nunca. Plantó cara en el infierno de Ibrox Park, por poner un ejemplo, y le ganó 1-2 al Glasgow Rangers. Bajo el influjo del capitán Mendieta, que es el modelo a seguir, han crecido sorprendentemente Farinós, Angulo, Albelda y Gerard.

La lesión de Milla en Florencia vino a descubrir a Farinós como un medio centro excelente, con visión de juego y notable capacidad para recuperar el balón -ante la Fiore, en Mestalla, arrebató 32 ba-lones-. De Mendieta, totalmente recuperado de una lesión muscular, ya se sabe: aparece casi siempre para resolver. Es, con 12 tantos, el máximo goleador en la Liga. Y es el líder del grupo. Sus actuaciones ante el Barça suelen ser portentosas. De hecho, Van Gaal se alegró especialmente cuando supo que no jugaba en el último partido de Liga en el Camp Nou (3-0). Se notó.

En cuanto a Gerard, el más joven con 20 años, tal vez sea el más irregular. Aparece y desaparece quizá por su juventud, pero su tremenda pegada le ha hecho un nombre en el continente. Eso sí, acude puntual a las grandes citas: le ha marcado en este curso al Bayern, al Madrid, al Barça y al Lazio.

El Kily, por su parte, ya vino consolidado del Zaragoza, si bien su rendimiento, de menos a más, está siendo superior al esperado. En un principio el Valencia quiso fichar para esa posición al mallorquinista Stankovic, pero le resultaba demasiado caro. Ahora no se arrepiente de la elección.