El PP persigue socavar el feudo del PSOE con tres ministros andaluces y afianzar a Matas en Baleares

Junto a las claves vasca y catalana, evidentes en el nuevo Gobierno de José María Aznar con la presencia y la impronta de Jaime Mayor Oreja (Interior), Josep Piqué (Asuntos Exteriores) y Anna Birulés (Ciencia y Tecnología), en el PP resaltan además dos interpretaciones de partido en la composición del Gabinete. Aznar no ha olvidado que la comunidad autónoma con más ciudadanos y electores de España, Andalucía, sigue gobernada por un dirigente socialista, Manuel Chaves, ahora responsable máximo de la comisión gestora del PSOE. El otro gran guiño partidista se ha producido con la designación de Jaume Matas en Baleares.Precisamente para esas zonas y para los otros territorios donde aún no gobierna el PP, Aznar ha encomendado a Javier Arenas la elaboración de una serie de planes de implantación específicos, que se pondrán en marcha en los próximos meses, antes de los congresos provinciales de otoño.

En la última fase de su anterior Gobierno, Aznar se había quedado sin ministros andaluces tras la marcha de Arenas y de Manuel Pimentel de Trabajo. Un feudo del PSOE que se pretende socavar ahora con los titulares de tres carteras y sobre todo con el tirón popular de Celia Villalobos, una de las tres mujeres del nuevo Ejecutivo.

Destacados dirigentes del PP que apostaban por el retorno político a Madrid de la alcaldesa de Málaga antes de que Aznar lo comunicase oficialmente apuntan que su único temor era que Villalobos no aceptase finalmente lo que se considera como una cartera menor.

La apuesta andaluza de Aznar se subrayó con la elección para Agricultura del jerezano Miguel Arias Cañete, al que se había reservado en principio un puesto importante en el Senado. El tercer andaluz del Ejecutivo, Cristóbal Montoro, natural de Jáen, ha ejercido siempre en Madrid y su incorporación obedece sobre todo al deseo de descargar de responsabilidades al vicepresidente Rodrigo Rato.

El análisis que se efectúa en la cúpula del PP del ascenso del mallorquín Jaume Matas hasta el Ministerio de Medio Ambiente destaca, según uno de los máximos dirigentes nacionales del partido, el objetivo de "darle solidez a él personalmente y al partido en Baleares", después de la traumática experiencia sufrida al perder el Gobierno autónomo tras el pacto múltiple fraguado entre los socialistas y un grupo diverso y variopinto de partidos localistas y nacionalistas. Aznar, sin embargo, no ha recompensado de la misma manera que a Matas a otros ex presidentes autonómicos, como el aragonés Santiago Lanzuela, o ex candidatos y presidentes regionales del PP, como el extremeño Juan Ignacio Barrero, a los que se buscará acomodo en puestos institucionales de comisiones del Congreso de los Diputados, donde han resultado elegidos.

Matas, además, ve reforzado así su liderazgo en Baleares en detrimento de un sector del PP local que aún mantenía con vigor a los partidarios del ex presidente Gabriel Cañellas.