Zaplana reivindica el papel de los Borja en Roma

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, asistió ayer en Roma a la inauguración de las obras de restauración realizadas en la iglesia de Santiago y Montserrat, el templo de los españoles en la capital vaticana, que han permitido recuperar el viejo esplendor del edificio. El titular del Consell destacó el propósito de "reivindicar la figura de los Papas valencianos, sumidos en una polémica artificial y desde mi punto de vista incorrecta". "No se olvide que, al margen de consideraciones personales, los Borja han sido personajes muy importantes, y debemos resaltar su aportación a la extensión de la cultura renacentista, sin olvidar que han sido dos grandes figuras en la historia de la iglesia. La historia traerá, sin duda, una valoración positiva que haga justicia a su trayectoria", añadió Zaplana. El presidente del Consell se reunió también con los embajadores españoles en la Santa Sede, Carlos Abella, y en Italia, Juan Prats, y una representación de cardenales y eclesiásticos.

Las obras de remodelación de la capilla han sido patrocinadas por la Generalitat. En ellas se encuentran enterrados los papas valencianos Calixto III y Alejandro VI. El resto de capillas de la iglesia de Santiago y Montserrat, el retablo central y la nave han sido restauradas por la Obra Pía que regenta el patrimonio inmobiliario de España en la capital italiana bajo la supervisión de la embajada española ante la Santa Sede.

Tras la bendición de la iglesia por el cardenal emérito Antonio María Javierre, el coro de Valencia, que mañana cantará en la misa oficiada por el Papa con motivo del jubileo de los trabajadores, protagonizó un concierto con obras del Cançoner de Gandia, Tomás Luis de Victoria, de Comes y Cabanilles.

La Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat reúne desde el siglo XIX en una sola denominación dos instituciones de la Baja Edad Media: la iglesia de Santiago en Piazza Navona para el reino de Castilla y la de Santa María de Montserrat para el reino de Aragón. Su construcción se inició en 1518 según los planos de Antonio Sangallo el Joven y en 1820 sufrió un notable proceso de restauración, siguiendo el proyecto del arquitecto Giuseppe Camporese.