Rusia se prepara para una larga guerra de desgaste en Chechenia

La guerrilla chechena anunció ayer que un grupo de soldados rusos cayó el jueves en otra emboscada en las cercanías de Grozni, la capital chechena, en la que perecieron al menos 15 hombres. El mando militar no confirmó de inmediato la noticia, pero ésta fue corroborada por el corresponsal de la cadena privada NTV y el enviado de la agencia France Presse. A pesar de las víctimas que los rusos están sufriendo, el presidente Vladímir Putin ya ha advertido de que no modificará su política con respecto a Chechenia. El Kremlin está preparado, al menos psicológicamente, para soportar una larga guerra de guerrillas por parte de los indepentistas, los cuales, según todos los indicios, continuarán hostigando a las tropas rusas donde menos se lo esperan.La emboscada de ayer ocurrió muy lejos de las montañas en las que se oculta la mayoría de las fuerzas independentistas: en el propio Grozni, la arrasada capital de Chechenia. Movladí Udúgov, portavoz de la guerrilla y uno de los principales ideólogos islámicos chechenos, dijo que la columna atacada por los rebeldes estaba compuesta por cinco vehículos, entre ellos un blindado que quedó completamente destruido. El ataque, según Udúgov, se produjo en la calle de Jankálskaya, a unos dos kilómetros de la base de Jankalá, en la que se encuentran los periodistas rusos que informan desde el lado de los militares.

El propio mando militar ruso calcula que en Grozni puede haber hasta 500 guerrilleros. A principios del mes pasado, los independentistas realizaron una emboscada en Grozni en la que cayó una veintena de miembros de las tropas de élite del Ministerio del Interior.

Armas biológicas

Este nuevo incidente es el cuarto que se produce en cinco días, lo que demuestra la determinación de los independentistas de continuar con su guerra de guerrillas. Más aún: según fuentes militares, los rebeldes incluso podrían lanzar un ataque con armas biológicas, ya que hace poco habrían llegado a sus manos cuatro contenedores con productos letales, probablemente cultivos de peste bubónica.

Rusia ha ganado la guerra regular, pero, como dice el diario Nóviye Izvestia, ahora "hay que ganar la paz". Y para ello es absolutamente necesario iniciar negociaciones políticas. Sin embargo, el Kremlin se niega oficialmente a negociar con Aslán Masjádov, el presidente independentista. Hace unos días, Putin declaró que Moscú continúa considerando a Masjádov "un criminal" que debe responder ante la justicia. A pesar de ello y de los numerosos desmentidos, cada vez son más insistentes los rumores de que se está conversando secretamente con el líder checheno por intermedio de Aptí Batálov, que era jefe de la administración del presidente Masjádov. Los rusos dijeron hace dos semanas que le habían detenido, pero el martes pasado Batálov apareció, y no como un prisionero, haciendo declaraciones en la televisión estatal rusa en las que condenó a los extremistas islámicos.