Unión Fenosa y TXU recrudecen su pelea por Hidrocantábrico

La batalla por Hidrocantábrico se ha trasladado a los mercados, donde el BSCH, socio de referencia de Unión Fenosa, y la estadounidense Texas Utilities, las dos pretendientes de la cuarta empresa eléctrica española, están comprando acciones para reforzar posiciones. La compañía de Tejas afirmó ayer que está dispuesta a lanzar una segunda oferta de compra sobre la asturiana si fracasa la de Fenosa. Mientras, el Gobierno del Principado de Asturias y la Caja de Asturias reiteraron su oposición a la propuesta de Fenosa.

Después de que Unión Fenosa fracasara en su primer intento de hacerse con la empresa asturiana en la junta de accionistas del martes pasado, la batalla por Hidrocantábrico se libra ahora en los mercados. El BSCH, socio de referencia de Fenosa, y Warburg, intermediario financiero de la empresa estadounidense Texas Utilities (TXU), la primera pretendiente de Hidrocantábrico que retiró su oferta pública de adquisición (OPA) de manera provisional, han estado comprando paquetes de acciones de la asturiana para reforzar sus posiciones.El objetivo es fortalecer sus cuotas de participación, tanto en previsión del periodo de suscripción de la OPA de Fenosa, como de la junta extraordinaria de Hidrocantábrico convocada para el 22 de mayo. En esa reunión se intentará, por segunda vez, el desblindaje de la sociedad: suprimir los artículos que limitan el derecho de voto de cada accionista al 10% como máximo del capital social y que exigen una antigüedad mínima para acceder al consejo y poder asumir la presidecia de la empresa. El levantamiento de las medidas defensivas facilitaría las pretensiones de Fenosa.

Pero TXU mantiene esperanzas de que su oponente vuelva a fallar. La compañía estadounidense, que tenía el 10% del capital de Hidrocantábrico, ha adquirido estos días otro 3%. Además, el grupo estaría dispuesto a presentar una segunda oferta de compra si la de Fenosa no prospera, según informó ayer a la Comisión de Valores.

El Gobierno asturiano y la Caja de Asturias mostraron ayer de nuevo su oposición a la OPA de Fenosa. El presidente regional, Vicente Álvarez Areces, pidió modificaciones que garanticen la independencia y un aumento del valor de la empresa asturiana.

El presidente de Caja de Asturias, Paulino García Suárez, afirmó que las opciones que Fenosa permite a la caja para continuar como accionista entrañarían un perjuicio económico para la entidad, que estimó entre 4.500 y 5.000 millones.