Cruce de acusaciones entre Fanjul y Texas Utilities

El único momento de dureza en la junta de accionistas de Cantábrico se vivió durante la primera intervención de Óscar Fanjul, presidente de la compañía.Fanjul realizó una muy severa crítica al grupo estadounidense Texas Utilities (TXU), titular del 10% de Cantábrico y presente en su consejo de administración desde 1998. El presidente de la eléctrica asturiana acusó a Texas Utilities de haber colocado a Cantábrico en un riesgo cierto de pérdida de su independencia. "La compañía fue puesta en juego desde el momento que Texas Utilities lanzó su OPA", aseguró Óscar Fanjul.

Pero éste no fue el mayor reproche. Fanjul, quien desveló el acusado malestar existente en el consejo de Cantábrico con el comportamiento de TXU como socio, acusó implícitamente de deslealtad al grupo estadounidense por haber ampliado su posición accionarial sin conocimiento del resto del consejo de administración y pese a su compromiso de no hacerlo en ningún caso antes de 2001.

También le acusó de haber roto de nuevo ese pacto al lanzar su OPA el pasado 13 de marzo, por lo que el presidente de Cantábrico anunció que la compañía estudiará la posible adopción de medidas jurídicas contra Texas Utilities.

Fanjul reprochó también a TXU su comportamiento como socio en el negocio del gas en México, que tildó de "confuso", y le afeó los "problemas y desenfoques importantes" generados en otros nuevos negocios entre los norteamericanos y la eléctrica asturiana.

Contundente respuesta

Phil Turberville, consejero delegado de Texas Utilities (TXU) y representante de la empresa estadounidense en la eléctrica española, "agradeció" irónicamente a Fanjul "sus amables comentarios", aunque le advirtió que no le gusta "ser objeto de reproches".

Turberville afirmó con rotundidad que TXU "no tiene ninguna intención de marcharse de Cantábrico" y le recordó a Fanjul que "si se hubiese respetado el protocolo eléctrico no se hubiera situado a Cantábrico en este dilema". Un golpe directo a Fanjul y una referencia clara a la oferta pública lanzada por Unión Fenosa.

El protocolo eléctrico pactado por las empresas del sector prohibía expresamente que una sociedad eléctrica española se hiciese con el control de cualquiera de sus competidores nacionales tras el último acuerdo de reparto de activos.