Montjuïc sueña con una final, a la que no llega desde hace 43 años

La Copa se cotiza al alza en Chamartín y en Montjuïc. El interés del Real Madrid por el torneo es reciente. La derrota en la Liga ante el Racing, en el Bernabéu, cambió sus prioridades. Sin descuidar el torneo de la regularidad, los madridistas, semifinalistas en Europa, ansían también jugar la final de Copa. Razones no le faltan al club blanco, a pesar del impresionante palmarés que atesora: 17 títulos en las 34 finales que ha disputado. El Madrid no gana la Copa desde 1993, en cuya final derrotó al Zaragoza (2-0), en Mestalla. De la actual plantilla sólo Hierro y Sanchis tienen este título y para el resto del conjunto blanco, la Copa es la asignatura pendiente. Una motivación añadida para un grupo, cuya estrella, Raúl, tiene en su vitrina de trofeos la Liga, una Copa de Europa y una Copa Intercontinental.Desde la Copa de !993, el Madrid no ha brillado en el torneo. En cuatro ocasiones cayeron en la primera ronda, en otra en cuartos de final y la temporada pasada en semifinales ante el Valencia tras perder en Mestalla por 6 a 0.

El Espanyol, en cambio, afronta el asalto a la final de Copa como si fuera el premio sorpresa en el año del centenario de la entidad. No tiene el club blanquiazul el palmarés de su rival, pero puede presumir de haber ganado dos títulos de Copa a costa, curiosamente, del Real Madrid.

El Espanyol conquistó el primer trofeo en 1929, tras superar al Madrid (2-1). Ambos equipos llegaron invictos a la final que se jugó en Mestalla. La segunda Copa blanquiazul fue alzada en Vallecas, otra vez, frente al Real Madrid, al que derrotó por 3 a 2.

El Espanyol volvió a encontrarse en una final de Copa con el Madrid en la edición de 1947. En esa ocasión no fallaron los blancos, que fueron los verdugos de los blanquiazules. El Madrid fue el campeón al derrotar en la prórroga al Espanyol (2-0), en Riazor.

El Espanyol intentará hoy acceder a su sexta final en sus cien años de historia. También fue finalista en 1941, que perdió ante el Valencia (3-1), y en 1957, en que el Barça le cerró el paso (1-0). La cifra es ridícula si se compara con las 34 finales que ha jugado el Madrid. Pero el Espanyol, un club modesto, se siente orgulloso de la trayectoria en la Copa al haber jugado 14 semifinales. La última la disputó contra el Barça de Johan Cruyff, en 1996, eliminatoria que se saldó a favor de los azulgranas que vencieron en el Camp Nou (1-0) y en Sarrià (2-3). José Antonio Camacho era el entrenador del conjunto blanquiazul que, antes de enfrentarse al Barça, habían apeado del torneo al Madrid en octavos de final, en el último enfrentamiento copero entre los dos equipos.

En los 11 enfrentamientos entre ambos equipos, el Espanyol se impuso en cuatro ocasiones.