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FÚTBOL Internacional

El 'calcio' quiere ser como la Liga

Italia debate la crisis de su fútbol comparándolo con el modelo español

Cuando el silbato del árbitro holandés Jol pitó el final en el Olímpico de Roma, anunciando el martes pasado que el Valencia dejaba en el camino al Lazio en la Liga de Campeones, también puso término a la temporada europea de los clubes italianos. La caída del Lazio, el último superviviente de los nueve equipos italianos que habían comenzado en Europa, explotó en Italia la necesidad de reconducir un calcio en crisis.Ganar es la palabra sagrada del futbol italiano. Cuando no se gana, todo debe entrar en discusión.Esta temporada ninguno de los clubes italianos llegó a las semifinales en las copas europeas, algo que no ocurría desde hace 13 años. Italia ocupa el decimocuarto puesto en la clasificación mundial de selecciones nacionales de la FIFA.

En el campeonato local, año tras año se marcan menos goles. Esta temporada se han metido 50 menos que en la anterior, en el mismo periodo). Con las derrotas, el fútbol italiano ha descubierto la falta de espectáculo, la pobreza de ciertos esquemas, la exorbitante cantidad de partidos, la urgencia de los dirigentes, la injerencia de la televisión, el olvido del juego.

La semana pasada La Gazzetta dello Sport emprendió una serie denominada Viaje a los problemas y contradicciones del calcio, con encuestas populares y opiniones, tratando de individualizar los males que afectan al fútbol. En el editorial de presentación, Ludovico Maradei escribe: "Hace años que hemos elegido el camino equivocado, la verdad es que aquí no se construye más. Se pretende todo y enseguida. Se inflan los equipos con jugadores provenientes de todo el mundo entrando en una pérfida espiral: para pagar más jugadores se disputan más partidos, pero para poder hacer frente a los compromisos crecientes se compran más jugadores, que después piden ganar más dinero porque deben jugar más".

Otro diario de circulacón nacional, La Repubblica, en su página de deportes dedica espacio al "Futbol que no gusta". La comparación con el fútbol español es continua. En Italia golpearon duro las goleadas del Celta a la Juventus y del Valencia a la Lazio (primero y segundo respectivamente en el campeonato); así como las dos recientes victorias españolas en encuentro de selecciones (absoluta y sub 21).

El entrenador juventino Carlo Ancelotti opinó sobre las ventajas de entrenar en España: "En el fútbol español hay más pasión y menos presión, este es el secreto. El clima general es mas distendido y los entrenadores pueden desarrollar un fútbol más ofensivo, más espectacular. Antes de vencer importa jugar bien. Para nosotros esto es imposible, no hay tiempo para construir, ni para equivocarse, la presión es insostenible". El histórico media punta del Milan, Gianni Rivera, da una definición elocuente: "Me da la sensación que los jugadores de nuestro campeonato van al campo de juego como quien va a la fábrica".

Un sondeo realizado por un instituto especializado arrojó que el 63% opina que el factor que más incide sobre la crisis del calcio es la excesiva importancia de los aspectos económicos y comerciales sobre lo deportivo. Un 11% achaca las culpas al juego demasiado defensivo y a los esquemas tácticos de los entrenadores.

En este terreno, el ex técnico del Milan y el Atlético, Arrigo Sacchi, fue vehemente: "Compramos a los mejores jugadores del mundo y después los obligamos a correr sin construir. Nunca conseguiré entender por qué los italianos, que en el mundo nos destacamos por nuestro gusto estético, apenas nos dedicamos al fútbol nos transformamos en férreos cultores de la ley del máximo resultado con el mínimo esfuerzo. En España el fútbol es ofensivo porque se autoalimenta de entusiasmo. Cuidan la pelota y por lo tanto la iniciativa. Para ganar hay que atacar, porque si un equipo espera, nueve sobre diez veces se va derrotado".

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