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FÚTBOL 34ª jornada de Liga

Partido de mínimos en Barcelona

Kluivert y Lítmanen materializan la victoria azulgrana frente a un combativo Sevilla

Àngels Piñol

Tres puntos más, una victoria cómoda y misión cumplida. No le hizo falta hacer mucho más al Barça. Otro paso para seguir acosando al Deportivo. El Barcelona se reencontró a sí mismo ante el Chelsea y no se permitió volver a caer en la Liga. Los azulgrana, que llegaban de encadenar dos derrotas consecutivas en el campeonato, se deshicieron con facilidad del Sevilla, que empezó apretando y acabó perdido. Kluivert, convertido ya en el pichichi del equipo -por delante de Rivaldo-, abrió el marcador y, casi en el último instante, sirvió el segundo tanto a Lítmanen, para regocijo del Camp Nou, que se entretuvo con el marcador del Bernabéu y mostró cierta preocupación por la tardanza del segundo gol azulgrana. El Barça estaba agotado por el esfuerzo del martes, pero el colista no pudo decir mucho. Sabe que se va a segunda.El Chelsea abrió el camino y Van Gaal no ha tenido más remedio que seguirlo. El holandés presumió el viernes de tener dos sistemas, pero al final aplicó otra vez el esquema que utilizó ante los ingleses. Funcionó el martes y funcionó ayer. El marcador se quedó corto. El vestuario ha clamado por ese cambio táctico que permite jugar con dos extremos y con Rivaldo como media punta. Sólo tres defensas, la medular llena y el campo abierto hasta el banderín. El discurso fue muy conocido: el Barça tuvo el balón de forma abrumadora y llegó con facilidad al campo ajeno. Primero lo intentó Rivaldo abriendo en canal la defensa, luego Gabri, después Reiziger y Figo. Fue un partido muy distinto al del martes. La noche y el día. Pero el juego, a diferencia de otros días, no decayó. Al menos en el primer acto.Quizás porque tanto el Barça como el Sevilla no se lo tomaron a broma: los azulgrana, asentados en el aurea de su noche europea, intentando mentalizarse de que les queda vida en esta Liga, tuvieron el control, y el colista tampoco se arredró. Pocas veces tendrá tantas ocasiones de gol.

BARCELONA 2SEVILLA 0

Barcelona: Hesp; Puyol, Frank de Boer, Reiziger; Gabri (Bogarde, m.79), Guardiola, Cocu (Dani, m.45); Rivaldo (Lítmanen, m.56); Figo, Kluivert y Zenden.Sevilla: Olsen; Héctor, Marchena, Hibic, Nando; Ángel, Víctor (Loren, m.69), Juric (Quevedo, m.85), Tsartas; Jesuli; y Juan Carlos (Otero, m.63). Goles: 1-0. M. 19. Jugada de Figo interrumpida por Héctor, cuyo rechace va a parar al segundo palo, donde aparece Kluivert, que marca de remate ajustado al poste izquierdo; 2-0. M. 89. Dani abre para Kluivert, el ariete se sale hacia la banda izquierda y sirve el pase de la muerte para la llegada de Lítmanen, que remata en el primer palo. Árbitro: Andradas Asurmendi, navarro. Mostró la tarjeta amarilla a Ángel, Guardiola, Gabri y Juric. Camp Nou: Unos 55.000 espectadores.

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Consciente de que sólo un milagro le salvará de ir a Segunda División, el Sevilla se sintió cómodo, muy tranquilo, renunció a ser un convidado de piedra e intentó imitar a tantos otros. Le bastó controlar los rebotes para que sus puntas salieran al contraataque. Quizás le faltó convicción, pero Juan Carlos se hinchó de fallar ante Hesp. Cinco veces llegó y las cinco desperdició. Sobre toda una, que el portero holandés rechazó en el último instante.

Los azulgrana se equivocaron algo menos que en ocasiones anteriores. El protagonista fue, como siempre, Figo. El portugués cogió un balón, se paseó por el área y chutó. Olsen despejó pero Kluivert, con el empeine, remató a la red. Pero ahí se quedó seco -un remate a las nubes del portugués, una vaselina alta de Rivaldo- y se fue durmiendo. Quizás pagó el Barça el titánico esfuerzo del pasado martes. Pero estuvo lento, cansino y el balón le empezó a pesar en los pies. Van Gaal se percató y primero relevó a Cocu por Dani y poco después a Rivaldo por Lítmanen, especialmente lúcido ayer. Sólo algunos censuraron el cambio. No están las cosas para remover heridas que siguen abiertas.

El Camp Nou siguió pasando el rato así: esperando un gol que diera la tranquilidad mientras el Sevilla empezó a tener tanto el balón como el Barça. Kluivert intentó un buen chut y Figo, tras marear a Héctor, envió un balón al poste. Fue entonces cuando la hinchada reaccionó y lanzó un aviso al equipo: el marcador informó de los movimientos del marcador en el Bernabéu mientras Otero, que había sustituido a Juan Carlos, no batió a Hesp por un palmo. Eso reactivó a los azulgrana: Lítmanen lanzó otro disparo al palo y Kluivert erró en su disparo por sólo unos centrímetros. La noche no parecía destinada a grandes fiestas aunque el Sevilla estaba casi desaparecido.

El Barcelona pareció conformarse con la misión cumplida hasta que llegó una última recompensa. Una jugada que empezó en los pies de Hesp y acabó en la red. Dani exhibió otra vez su química con Kluivert, que asistió a Lítmanen para batir a Olsen. El Barça, ayer, no perdió comba. Le bastó con emplearse con una punta de gas para abatir al colista.

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