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Las ONG de Girona actuarán como 'lobby' político

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) reivindican su derecho a hacer política, en un sentido amplio del término, como una de las vías más eficaces para influir en el origen de las injusticias y las desigualdades. La Coordinadora de ONG Solidarias de las comarcas de Girona y el Alt Maresme ha acordado incrementar las movilizaciones ciudadanas y la denuncia de las injusticias estructurales de los sistemas políticos, económicos y sociales. El objetivo pasa por convertirse, cada vez más, en un lobby político con un ideario capaz de influir en las administraciones y en los programas de los partidos políticos.Las ONG no quieren verse reducidas a una simple correa de transmisión del cooperativismo, capaz de movilizarse ante las catástrofes naturales que asolan el planeta, sino que también desean plantear alternativas a un sistema económico y social que a su juicio incrementa las desigualdades.

Manel Mezquita, miembro de la coordinadora, piensa que junto a las campañas de ayuda humanitaria urgente, las ONG deben insistir en el discurso político y económico. "Hay que dejar la política de parches y tener miras más ambiciosas y generales. Nos gustaría haber estado con los manifestantes que el domingo mostraron en Washington su disconformidad con las políticas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que sólo benefician a las grandes empresas en detrimento de los ciudadanos y el medio ambiente".

El robustecimiento de la línea política de las ONG gerundenses, que se inició hace un año con una consulta a las fuerzas políticas que concurrían a las pasadas elecciones municipales sobre asuntos de solidaridad y cooperación, pasa, a juicio de Mezquita, por actuaciones como la movilización en defensa de los derechos cívicos de los inmigrantes que se celebró el pasado mes de diciembre o por incrementar la participación de estas entidades en los consejos municipales de solidaridad y cooperación.

Las organizaciones no gubernamentales están convencidas de que su actuación va calando lentamente en los ámbitos ciudadanos y políticos. "Hace unos años, el concepto de deuda externa era prácticamente desconocido y es mérito de las ONG haberlo puesto sobre la mesa", afirma Mezquita. La coordinadora de entidades intenta acabar con la visión ingenua que hace unos años se atribuía a los colectivos de solidaridad y cooperación. "Parece que cada vez se clarifican más las causas y las responsabilidades de las desigualdades. Ahora apuntamos hacia el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el G7", advierte Mezquita.

La coordinadora de ONG reúne a unas 50 entidades que trabajan en tres grandes áreas del mundo de la solidaridad: cooperación para el desarrollo, derechos de los inmigrantes y sensibilización y derechos humanos.

Durante las jornadas que las ONG celebraron el pasado fin de semana, se presentó el movimiento ciudadano internacional Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras para Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC), nacido en Francia gracias al impulso de Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique. Este grupo propone aplicar una tasa del 1% sobre los grandes movimientos de capitales para avanzar hacia la justicia social.

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La propuesta está arraigando entre muchos colectivos de Francia y Brasil y ahora intenta afianzarse en España. "Esta tasa, el movimiento por la abolición de la deuda externa y las recientes protestas de Davos y Seattle son nuestros referentes para romper el círculo que incrementa las diferencias entre ricos y pobres", asegura Mezquita.

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