Torres Hurtado admite que en El Ejido hay un "frágil equilibrio" social

El delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, afirmó ayer que en la zona del poniente almeriense y, especialmente en El Ejido, hay un "equilibrio frágil" tras los brotes xenófobos de febrero pasado, en los que reconoció que existió "peligro de linchamiento".En una entrevista con Europa Press, el delegado del Gobierno puso de manifiesto que más que racismo lo que ocurrió en El Ejido fue una "reacción popular violenta" como consecuencia del asesinato de tres personas en un período de 15 días, lo que provocó una reacción dirigida exclusivamente contra los magrebíes. Aunque explicó que la situación fue controlada "bastante bien", admitió que hubo un gran riesgo y que todavía hay "una situación incómoda".

Torres Hurtado descartó que las Fuerzas de Seguridad del Estado tuvieran una actuación pasiva en el conflicto porque, según dijo, tras los primeros incidentes se contaba con sólo unos 60 efectivos y "a la vista de los acontecimientos teníamos que proteger las vidas humanas antes que un cristal roto de una oficina". Reconoció que la primera noche hubo "muchísimo peligro de linchamiento" de algún ciudadano magrebí.

Torres Hurtado explicó que tras la instalación de los módulos de emergencia para los inmigrantes y el aumento de los efectivos policiales que prestan servicio en la zona, que, según dijo, seguirán manteniéndose, ahora queda una segunda fase, en la que hay que "hacer colaborar a la Junta de Andalucía y los ayuntamientos en un programa de viviendas".

Torres Hurtado señaló que las administraciones están trabajando "bien y rápido", y dijo que a partir de ahora es importante que la Junta participe "porque tiene responsabilidades casi en exclusiva".