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La policía francesa busca a un etarra del 'comando Madrid' que acompañaba a Bombi

Jorge A. Rodríguez

La policía francesa busca al etarra Javier Abaunza Martínez, de 35 años, identificado como la persona que acompañó a la también terrorista Julia Moreno Macuso, Bombi, hasta muy poco antes de la detención de ésta en Francia el pasado domingo. Abaunza y Moreno han sido reconocidos por una pareja que los recogió el sábado pasado en una carretera cerca de Las Landas, después de que los terroristas sufrieran un accidente de tráfico. Las pesquisas se centran en precisar si los dos etarras continúan en activo en el comando Madrid o si han ascendido a dirigentes de ETA.

El análisis del coche con el que se accidentaron ambos terroristas y el testimonio de la pareja que retuvieron posteriormente han permitido la identificación de Abaunza y la reconstrucción de su accidentado itinerario por las regiones francesas de Las Landas y Gironda. La pareja secuestrada se decidió el miércoles a relatar su peripecia con los etarras tras ver publicada en la prensa la foto de Bombi. Hasta entonces habían callado, ya que habían sido amenazados de muerte para sellar sus bocas. Los dos terroristas sufrieron un accidente de tráfico el sábado pasado por la tarde en la localidad de Sore, mientras circulaban por una carretera secundaria. El Peugeot 306 con matrículas falsas en el que viajaban se salió de la calzada, posiblemente a causa de la lluvia, y quedó inutilizado tras caer en una balsa de agua. El coche había sido robado el 10 de febrero en Montréjeau, muy cerca de la frontera española de Viella (Aragón).

Abaunza y Moreno recogieron sus pertenencias, intentaron limpiar todas las huellas del 306 y siguieron a pie por la carretera secundaria D-43, en dirección a la localidad de Pissos. Bajo una intensa lluvia, los dos terroristas hicieron señas a al menos un coche, ocupado por una pareja, que se detuvo para auxiliarles. Según se supo tras la declaración de la pareja, los etarras les encañonaron con sus pistolas, les robaron la documentación y les obligaron a llevarlos hacia el Norte, a Burdeos, en cuya plaza de la Victoria los dos terroristas abandonaron a la pareja, ya de noche. Para entonces, la policía francesa había localizado el 306 en la balsa de Sore.

Vuelta sobre sus pasos

Esa misma noche, los terroristas robaron en Burdeos otro coche, un Renault Clio, y dieron la vuelta sobre sus pasos, posiblemente para acudir a una cita en algún punto de las regiones francesas de Las Landas o de los Pirineos Atlánticos. El viaje concluyó, al menos para Moreno Macuso, en Hagetmau (entre las localidades de Mont de Marsan y Ortez), donde los nervios le jugaron una mala pasada cuando fue localizada por una pareja de gendarmes que le dieron el alto.

Macuso, sola en el Clio, se metió por una calle en dirección prohibida y sufrió un pequeño accidente, sobre las siete de la tarde. Según las fuentes consultadas, Abaunza Martínez no se encontraba lejos. La agencia Vasco Press asegura que varios vecinos han asegurado a la policía que Moreno Macuso llegó a Hagetmau en compañía de un hombre. La mujer fue detenida.

Abaunza y Moreno, compañeros de armas en el comando Madrid, desaparecieron del mapa en julio de 1999, tras ser identificados como los dos etarras que siguieron para su secuestro al conde de Siruela, hijo de la duquesa de Alba. Desde entonces, sus fotos han sido exhibidas en afiches en lugares públicos junto a otros nueve terroristas.

Las investigaciones se centran en saber qué hacían exactamente en Francia. El Ministerio del Interior español los tenía catalogados hasta ahora como miembros en activo del comando Madrid, por lo que se especula con que estuvieran en el país vecino para recibir instrucciones sobre nuevos atentados en España. No obstante, ahora se investiga si ambos se han encuadrado en la dirección de ETA, posiblemente dentro del aparato logístico, atraídos por el terrorista Xabier García Gaztelu.

Por ello se está indagando las citas que ambos tenían previsto mantener con otros miembros de la organización terrorista. La policía sospecha que ETA puede tener un escondite en Las Landas, por lo que las pesquisas continúan para localizar este zulo y la vivienda en la que se alojaba Bombi, así como sus posibles contactos en la zona. La agenda de Bombi, mojada y con parte de la tinta corrida, puede tener las claves.

Dos asesinatos

La policía francesa también anda ahora tras los pasos de Abaunza, nacido en Gernika (Vizcaya) el 1 de enero de 1965, un hombre fuerte, de pronunciadas entradas, mostacho y 1,66 de estatura. Este terrorista está acusado de los asesinatos del teniente coronel Jesús Agustín Cuesta Abril, cometido el 8 de enero de 1997 en el barrio madrileño de la Estrella, y del magistrado del Supremo Rafael Martínez Emperador, perpetrado el 10 de febrero del mismo año también en Madrid.

El 12 de abril de ese año, efectivos del Cuerpo Nacional de Policía localizaron un piso del comando Madrid en la calle Polibea, después de que estallara el detonador de una bomba que se encontraba en la vivienda. Tras la deflagración, los inquilinos del piso huyeron. En el interior del inmueble fue encontrado un auténtico arsenal, además de ropa masculina y femenina, placas de matrícula y tres pelucas, entre otros objetos.

El piso había sido ocupado por Ainhoa Múgica, Juan Antonio Olarra, Javier Abaunza y los ciudadanos alemanes Renate Heike Schubbert y su compañero, Fritz Gary Siemund, que habían sido los encargados de alquilar la casa. Posteriormente fueron encontrados otros dos pisos del comando Madrid, uno en la calle de Bravo Murillo y otro en la del General Álvarez Castro, alquilados también por Siemund y Schubbert, respectivamente.

Julia Moreno Macuso, de 26 años, fue trasladada el jueves de Bayona a París, donde pasó a disposición de la juez de la sección antiterrorista de la Fiscalía de la capital, Laurent Le Vert. Bombi fue conducida por carretera a Biarritz, desde donde fue embarcada en un avión rumbo a París. En el aeropuerto de Biarritz, unos 50 simpatizantes etarras se concentraron con anagramas de ETA para mostrar su apoyo a Macuso. La juez ordenó su ingreso en prisión, acusada de asociación de malhechores con fines terroristas y otros cinco delitos. Macuso se negó a declarar.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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