Alperi altera a la baja la tasa fiscal de vados forzado por el TSJ
Al equipo de gobierno municipal de Alicante, del PP, se le atascó hace más de tres años la redacción de una ordenanza para regular la entrada y salida de los aparcamientos, y desde entonces aún no ha sido capaz de aprobar una norma que respete todos los principios de legalidad e igualdad. El jueves, una comisión municipal dictaminó a favor de una nueva ordenanza. La anterior fue anulada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana porque discriminaba a los vecinos del extrarradio de la ciudad. El gobierno local aplicó el mismo precio a los vados del centro de la ciudad que a los de los barrios. El grupo socialista, en la oposición, denunció la discriminación en los tribunales, y el TSJ declaró nula la ordenanza. Ahora, la nueva normativa divide la ciudad en cuatro zonas y, además, se crea una nueva categoría para todas ellas, denominada el vado de cuatro metros, el más pequeño, según explicó el jueves en rueda de prensa la concejal delegada de Hacienda, María Teresa Revenga.
La zona cuatro, la más cara, corresponde al centro comercial de Alicante. "Según nos apartemos progresivamente de sector se aplicarán rebajas del 18%, 28% y 42%", dijo Revenga
A modo de ejemplo, la edil explicó que con esta nueva tasa tener un vado de cuatro metros, los más comunes a partir de ahora, puede costar entre 21.000 y 37.000 pesetas. Cuando esta nueva normativa comience a aplicarse, después de su aprobación por el pleno, el Ayuntamiento dejará de ingresar 50 millones de pesetas de los cien que hay presupuestados. En Alicante hay registrados cerca de 2.500 vados.
El grupo socialista anunció ayer su voto contrario a la nueva regulación en el pleno extraordinario del próximo martes. El portavoz de esta formación, José Antonio Pina explicó que la tasa supone un "incremento encubierto de la presión fiscal que tienen que soportar los ciudadanos".
Endeudamiento
Por otro lado, la comisión municipal de Hacieda dio el jueves el visto bueno a la contratación de un préstamo a largo plazo para financiar durante este año inversiones por 1.836 millones de pesetas. El grupo socialista criticó la operación. Según el edil Pedro Bol, el nuevo préstamo eleva la deuda del Ayuntamiento un 10% hasta situarse en más de 27.700 millones de pesetas.
Boj destacó que desde que los socialistas dejaron en 1995 el gobierno municipal el endeudamiento se ha incrementado en un 300% y afirmó que "este endeudamiento no se corresponde con una mejora de las condiciones de vida de los alicantinos, ni con las condiciones de infraestructura que necesita esta ciudad", informa Efe. Asimismo, el concejal denunció el "abandono" de las administraciones central y autonómica hacia el Ayuntamiento.
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