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El Reino Unido asume la representación de Gibraltar en sus relaciones con la UE

El Reino Unido y España firmaron ayer en Bruselas un acuerdo que pone fin a varios años de contenciosos y nueve meses de negociaciones sobre Gibraltar. Ambos países mantienen sus reivindicaciones históricas sobre la soberanía del Peñón, pero han encontrado una fórmula que deja claro que el Reino Unido es "el Estado miembro responsable" de Gibraltar ante la Unión Europea y, en consecuencia, es quien da cobertura legal a las actividades gibraltareñas en territorio comunitario. El acuerdo, plasmado en un intercambio de cartas diplomáticas, permitirá poner en marcha ocho normativas comunitarias que estaban bloqueadas hasta aclarar cómo afectaban a Gibraltar. "No hay ni vencedores ni vencidos", según las tres partes.

Los embajadores permanentes de España y el Reino Unido ante la Unión Europea, Javier Elorza y Stephen Wall, firmaron ayer el intercambio de cartas a pesar de que el pacto no había sido negociado en Bruselas, sino en las respectivas capitales, Madrid y Londres. Ambos países buscan reforzar la imagen de que se trata ante todo de un acuerdo técnico para no dificultar el trabajo de la Unión Europea y que, como se subraya en el texto, "no implica por parte del Reino de España ni del Reino Unido ninguna modificación en sus posiciones respectivas sobre la cuestión de Gibraltar o sobre los límites de ese territorio".El acuerdo consta de cuatro patas: el contencioso sobre las autoridades competentes, el problema de los documentos de identidad (DNI) gibraltareños, la incorporación del Reino Unido al Convenio de Schengen y un acuerdo de cooperación policial. Son "un conjunto de acuerdos razonables que forman una unidad", declaró el embajador Elorza en Bruselas. "No ha habido ni vencedores ni vencidos, hemos encontrado soluciones pragmáticas y técnicas para salir de esta dificultad", añadió. "Es un buen acuerdo para Gran Bretaña", declaraba simultáneamente en Bangkok el responsable de la diplomacia británica, Robin Cook. "Aporta ventajas reales al pueblo de Gibraltar y lo hemos logrado sin ceder ni un ápice en nuestro compromiso de que Gibraltar es un territorio británico". "No hay ni vencedores ni perdedores. Las tres partes implicadas han salvado sus intereses", comentó en Gibraltar el ministro principal del Peñón, Peter Caruana.

Controles y aeropuerto

Las cartas intercambiadas por los embajadores Javier Elorza y Stephen Wall no afectan a contenciosos históricos, como la libre circulación de personas, los controles de España en la verja o la disputa sobre el aeropuerto que los británicos construyeron en el istmo en una zona que España no reconoce como cedida en virtud del Tratado de Utrecht. No desbloquea, pues, las normativas aéreas que España mantiene bloqueadas por el litigio sobre el aeropuerto, ni altera el derecho que ambos países consideran que tienen a controlar las fronteras. Al ser a efectos comunitarios unas fronteras del exterior de la UE, y no entre países comunitarios, los controles "no son sólo posibles, sino obligatorios", enfatizó Elorza.

De los cuatro acuerdos firmados, el más importante para España es el referido a la "autoridad competente" en Gibraltar porque deja claro que el Peñón actúa siempre bajo la autoridad del Reino Unido en sus relaciones con la Unión Europea. En virtud de ese acuerdo, "las comunicaciones formales y las decisiones que vayan a notificarse, tomadas por las autoridades de Gibraltar o dirigidas a éstas", serán transmitidas a través de una oficina del Reino Unido con sede en Londres designada al efecto, que certificará todas la comunicaciones y asumirá la responsabilidad de su contenido. Esta autoridad designada por Londres estará en la sede de su Ministerio de Exteriores (Foreign Office) en una unidad especial, y en casos particulares podría estar localizada en otro ministerio, pero siempre en Londres. Este régimen se aplicará en los acuerdos comunitarios existentes y futuros y en los convenios del Consejo de Europa mencionados en el Convenio de Aplicación del Acuerdo de Schengen.

La fórmula de la "autoridad británica" que se impone a Gibraltar resuelve la principal demanda de España, ya que ésta no reconoce a las autoridades gibraltareñas.

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Los acuerdos entraron en vigor ayer, aunque el referido a colaboración policial no será efectivo hasta el 1 de junio, cuando se haya podido poner en marcha la unidad de contacto prevista, primero con la policía gibraltareña y más adelante con la policía y la inteligencia británica en Londres.

Los puntos clave del documento

Los acuerdos firmados ayer entre España y el Reino Unido tendrán efectos inmediatos, y no sólo en Gibraltar y España, sino en toda la Unión Europea. - Autoridad competente. La principal consecuencia será el desbloqueo de ocho grandes acuerdos alcanzados en la Unión Europea a nivel político y que no habían sido aprobados jurídicamente porque España ejercía el derecho de veto a la espera, precisamente, de que el Reino Unido asumiera su responsabilidad como única autoridad competente para cubrir los actos de Gibraltar en la UE. Los textos podrán ahora ser aprobados por el Consejo de Ministros europeo y seguir el trámite normal para su entrada en vigor.

Se trata de la directiva sobre Ofertas Públicas de Adquisición de Acciones, la directiva sobre Saneamiento y liquidación de compañías de seguros, el reglamento sobre el Estatuto de la Sociedad Europea, el reglamento sobre saneamiento y liquidación de entidades de crédito, el convenio sobre asistencia judicial mutua en materia penal, el reglamento sobre notificación y transmisión de actos judiciales y extrajudiciales, el reglamento Eurodac sobre la creación de un archivo de huellas digitales a nivel europeo y el mandato para la negociación con Noruega e Islandia de un convenio paralelo al Convenio de Dublín sobre determinación del Estado responsable de la tramitación de demandas de asilo.

- DNI gibraltareño. España acepta el documento de identidad expedido a los ciudadanos británicos residentes en Gibraltar, pero en el anverso de éste deberán figurar las palabras "Reino Unido" encima de "Gibraltar", y en el reverso, la autoridad expedidora del documento figurará como "Encargado del Registro de Civiles, Gibraltar. Validado a efectos de viaje en la UE bajo la autoridad del Gobierno del Reino Unido". El acuerdo no incluye a los pasaportes expedidos en Gibraltar, cuyas condiciones no varían".

- Convenio de Schengen. España levanta sus obstáculos a la incorporación del Reino Unido al Convenio de Schengen en los términos concretos que aún están por negociar en el seno de la UE. Este convenio de cooperación judicial y policial es conocido porque ha permitido poner en práctica la libre circulación de personas entre la mayoría de países comunitarios.

- Cooperación policial. Las policías de ambos países cooperarán en la lucha contra la delincuencia transfronteriza, incluidos el terrorismo, el tráfico de seres humanos y los delitos contra menores, el tráfico ilegal de armas, drogas y bienes, los delitos medioambientales, la corrupción, el blanqueo de dinero y el fraude. No se incluye la "persecución en caliente" y, por tanto, una policía no podrá operar en el territorio de la otra.

El Gobierno resalta que el acuerdo no afecta a la soberanía del Peñón

"Ni vencedores ni vencidos". La sensación de que el acuerdo hispano-británico es un pacto "mutuamente beneficioso" que no afecta al contencioso de la soberanía del Peñón cundía ayer entre el Gobierno y los partidos políticos españoles. La misma opinión, con idénticos calificativos, que expresaban simultáneamente las autoridades del Reino Unido y de Gibraltar.El convenio "no toca ninguna cuestión de soberanía, no afecta al régimen de circulación de personas en la Verja y permitirá desbloquear varias iniciativas comunitarias", resumió el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, que se mostró satisfecho por haberlo concluido "en sus últimos días" al frente de la diplomacia española.El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, destacó la importancia de que las relaciones de cualquier miembro de la Unión Europea con Gibraltar, y viceversa, pasen obligatoriamente por una autoridad central británica, una medida que reafirma la postura española de que Gibraltar no tiene "entidad política propia" para asuntos exteriores, sino que es una colonia británica. "El acuerdo forma parte del sentido común y no implica ninguna renuncia" en las reivindicaciones de los dos países, concluyó Piqué, quien sentenció: "Sólo hay un claro ganador: los ciudadanos europeos".

También el PSOE considera "positivo" el acuerdo. Su portavoz Rafael Estrella opina que "elimina un elemento de tensión permanente" entre España y Reino Unido, una situación que era "enormemente perjudicial".

'Lobbies' gibraltareños

Para Estrella, con el pacto de ayer se pasa de una "estrategia de la confrontación" entre Abel Matutes y Robin Cook (ministro de Exteriores británico) a una política de colaboración, en la que dejarán de vetarse acuerdos comunitarios. La conclusión es, también para el PSOE, que no hay "ni vencedores ni vencidos": en el terreno de la soberanía "no nos vamos a entender nunca. Cada uno tiene su posición; hay que respetarlas, y no estancarse en la cooperación".

El portavoz del PP José María Robles Fraga, tras calificar el acuerdo de "bueno y sensato", destacó que "pone a Gibraltar en su sitio" y acaba con "las maniobras del poderoso lobby gibraltareño en la oscuridad de los pasillos de Bruselas". Robles no ahorró un comentario crítico contra el Reino Unido, "país amigo y aliado": a su juicio, el acuerdo le obligará a poner fin a "ciertos abusos" y a cumplir todas las directrices europeas.

IU calificó el acuerdo de "positivo" pero "insuficiente", porque no resuelve el problema de la "transparencia financiera" del Peñón, "refugio de movimientos opacos de dinero".

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