Las turbas de Mugabe matan a otro granjero blanco el día de la independencia de Zimbabue

La muerte de un segundo granjero blanco, en circunstancias especialmente crueles, ha aumentado la tensión entre la comunidad blanca de Zimbabue en el día en que, sin ningún festejo oficial, se conmemoraba el 20º aniversario de la independencia del Reino Unido. Martin Olds fue golpeado y recibió un disparo ayer en su granja por parte de veteranos negros de la lucha por la independencia. Sin embargo, no pudo ser atendido hasta pasadas cuatro horas de la agresión, ya que los atacantes no lo permitieron. Cuando las ambulancias lograron llegar, el granjero blanco ya estaba muerto.

Esta nueva muerte no ha variado un ápice la actitud del Gobierno de Zimbabue de seguir alentando la ocupación a la fuerza de las tierras que poseen los blancos. En el discurso que ayer dirigió al país a través de la televisión con motivo del 20º aniversario de la independencia, el presidente zimbabuo, Robert Mugabe, calificó a los granjeros blancos como "el enemigo del Estado". Dirigiéndose a los aterrorizados granjeros blancos, el presidente señaló: "Toda nuestra comunidad está enfurecida y sabéis que tenéis ahora a los veteranos de guerra [en las fincas] por haberos apropiado de la tierra". "Desde nuestro punto de vista, ustedes [los granjeros blancos], son ahora nuestros enemigos porque realmente se han comportado como enemigos de Zimbabue", añadió.

Ya son seis las personas que han muerto (negros y blancos) a manos de los partidarios de Mugabe desde que éste alentara a sus veteranos de guerra a ocupar tierras y viviendas de la minoría blanca, el 1% de la población del país. Los sindicatos de granjeros aseguran que es el mismo Gobierno de Mugabe el que está suministrando armas a los veteranos negros.

Muchos granjeros ya se han dirigido a las autoridades británicas para reclamar su antigua ciudadanía -pueden hacerlo también los hijos y nietos de británicos- con la vista puesta en una eventual huida a Europa.

Sin embargo, el Gobierno no ve razones para adoptar ninguna medida especial. "Lo que está ocurriendo es el resultado de cientos de años de opresión racista por parte de los colonos británicos. Lo que está pasando es un asunto que había quedado sin terminar en la lucha por la independencia", declaró el ministro de información de Zimbabue, Chim Utengwende, quien aclaró que el "asunto sin terminar" es la redistribución de la tierra y no la violencia contra los blancos. En la misma línea desafiante, Utengwende afirmó ser consciente de la preocupación que estos hechos están originando en el Reino Unido, y opinó que ello es debido a que, "de alguna manera, Gran Bretaña todavía piensa que somos una colonia británica".

Desde Londres se asegura que la situación en el país surafricano está totalmente fuera de control. El número dos del Ministerio de Exteriores británico, Peter Hain, destacó ayer que el nuevo asesinato "es absolutamente intolerable y otra señal de lo que se temía desde un principio, que la situación pueda estar fuera de control. Es triste decirlo, pero era algo predecible".

El Gobierno británico está presionando para que se devuelvan las tierras a sus propietarios, lo que denomina una restauración de la ley.