Las Bolsas europeas evitan un desplome general gracias a una oleada de compras en Wall Street
La historia no se repitió y la jornada bursátil estadounidense y europea de ayer fue de tanteo, pero no de caída libre. A diferencia del lunes negro del 19 de octubre de 1987, Wall Street no se dejó arrastrar por el pánico. Las órdenes compradoras, en busca de gangas tras la severa corrección de la pasada semana y con los buenos resultados anunciados por Ford, Kodak y Citigroup, contrarrestaron en Nueva York el miedo derivado del batacazo del pasado viernes de los índices Dow Jones y Nasdaq. Antes, la mayoría de las Bolsas europeas habían cerrado con pérdidas, pero sin catástrofes, pese a que el inicio de la jornada auguraba lo peor.El temido crash en Wall Street no se produjo ayer. En una situación muy semejante, el Dow Jones perdió en el lunes negro de 1987 un 22,6%. Ayer terminó ganando un 2,69%. El Nasdaq, a pesar de haber registrado una fuerte inestabilidad, terminó con un alza del 6,56% y con la mayor subida en puntos (217,87) en un día. No hubo pavor ni entusiasmo en Wall Street, sino una actitud de cautela. Los inversores demostraron tener aprendida la lección de 1987, cuando el lunes negro, que se produjo tras una semana depresiva, les dio una oportunidad para comprar barato. Aquel golpe histórico se produjo en un momento en que la economía estadounidense iba bien, la Reserva Federal (banco central) practicaba una política de subida de tipos de interés y existía el convencimiento de que Wall Street estaba sobrevalorando muchas acciones. Aunque la chispa fue un informe negativo sobre el comercio de EEUU, su principal razón fue psicológica.
El cuadro de ayer se asemejaba, en teoría, al de 1987. Empujado por un informe inquietante sobre la inflación en EE UU y por el temor a la sobrevaloración de las acciones, especialmente las tecnológicas, el Dow Jones perdió el viernes pasado un 5,7% y el Nasdaq, en uno de los mayores batacazos de su historia, un 9,67%. Muchos elementos empujaban a favor de que ayer sucediera otra catástrofe.
Pero los inversores reaccionaron más bien como en octubre de 1989, cuando tras una mala semana y un viernes fatal, el Dow Jones reemprendió una senda alcista, alimentado por la compra de valores demasiado depreciados. Numerosos analistas y operadores recomendaron ayer aprovechar la caída de las cotizaciones para hacerse con valores sólidos. Thomas Galvin, jefe de inversiones de Donaldson, Lufkin y Jenrette, anunció a bombo y platillo que él compraba acciones en detrimento de la renta fija, los bonos.
Abby Joseph Cohen, la influyente presidenta del comité de inversiones de Goldman Sachs, explicó a sus clientes que la reciente inestabilidad no tiene razones económicas estructurales. "Sigo creyendo", declaró, "que un repunte vigoroso de la inflación es improbable". Scotty Georgen, presidente de Corinthian Partners Asset Management, señaló que la caída de la pasada semana es "la consolidación normal de una larga fase de comportamiento expansivo".
Empresas sólidas de Internet Esas declaraciones contrarrestaron en el índice Dow Jones la depresión del viernes. Lideraron el movimiento al alza valores como Intel, IBM, Procter & Gamble y Johnson & Johnson, sensiblemente abaratados. Animaron también al índice neoyorquino de valores industriales los buenos resultados en el primer trimestre de este año que difundieron empresas como Ford, Kodak y Citigroup. Para el Dow Jones la jornada, no obstante, fue de tanteo, oscilando entre leves subidas y bajadas.
Ese tanteo fue aún más evidente en el índice de valores tecnológicos Nasdaq. Hubo un movimiento comprador que benefició a empresas sólidas del mundo de los ordenadores e Internet como Microsoft, Intel, America Online, Cisco, Sun y Oracle. Ese tipo de valores empujaron hacia arriba el Nasdaq. Pero hacia abajo lo hicieron los valores de las empresas "punto.com", aquellas relacionadas con Internet que han sido compradas masivamente últimamente. Ahora generan desconfianza.
Wall Street ha entrado en un período de volatilidad. La mayoría de los analistas consideraba ayer que van a producirse nuevos sustos como el del viernes y nuevas fenómenos de corrección a la baja. Pero discrepaban sobre si puede considerarse o no que ha terminado el período de comportamiento bursátil eufórico que en EE UU se llama "toro", para entrar en la fase depresiva asociada con el "oso".
Las bolsas europeas, tras abrir con fuertes bajas, amortiguaron esa tendencia y cerraron con pérdidas moderadas. Los primeros datos de Europa mostraron caídas que superaban el 5%, pero los inversores contaban con la ventaja de saber que en todos los mercados, incluídos los estadounidenses, se había producido un rebote desde los precios mínimos. Madrid perdió el 1,38%, París un 0,09%, Fráncfort el 0,38%, y Londres un 2,97%.
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