El secretario general de Industria insiste en imputar al Arab Bank la deuda que causó el agujero en el Ivex
El secretario general de la Consejería de Industria, José Antonio Manteca, insistió ayer ante el juez que investiga el agujero creado en el Instituto Valenciano de Exportación (Ivex) en la versión que ofrece la Generalitat sobre el escándalo: la deuda por la que supuestamente se iniciaron las gestiones que generaron el quebranto económico de 1.049 millones que padece el instituto no eran de éste, sino del Arab Bank. Manteca, miembro del consejo de administración de la sociedad pública, compareció ayer durante cerca de cuatro horas ante el titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, Vicente Ríos. El magistrado, que no ha solicitado la declaración de ningún testigo más, investiga desde noviembre si el ex responsable del Ivex, José María Tabares, y un empresario francés, Jean Luc Lagier, urdieron un plan para detraer recursos de la empresa en su propio beneficio.
Según la denuncia avalada por la Generalitat, ambos pergeñaron una trama para, de espaldas al consejo de administración de la firma y en su perjuicio, financiar el grupo de sociedades de Lagier. Ayer, Manteca, aun indirectamente, avaló esa teoría. El secretario general de Industria insistió, tal como han hecho todos los cargos de la administración autonómica que han acudido al juzgado, en que Tabares tomó varias decisiones sin el aval del resto de responsables del Ivex.
En ese sentido, intentó desvirtuar la operación económico-financiera por la que Tabares y Lagier acordaron, según sus respectivos abogados, la colaboración ahora puesta en entredicho. El ex director del Ivex aseguró que decidió financiar las empresas de Lagier con dos objetivos: que éste asumiera una deuda de 533 millones de pesetas que el instituto tenía con el Arab Bank y, de esa manera, que las compañías del ciudadano francés en Túnez continuaran generando derechos de exportación para Ford. La multinacional del automóvil utiliza esos derechos para franquear las barreras arancelarias del país magrebí.
La versión de Manteca es diferente. Según aseguró ayer, la deuda que Tabares imputa al Ivex no es de la empresa pública, sino del Arab Bank. Esta entidad financió las compras que el Ivex hacía a una empresa tunecina, Sonotube, para luego vender esos productos en la Unión Europea y facilitar las exportaciones de Ford en el norte de África. Según Tabares y Lagier, la deuda de 539 millones es del Ivex. Según Manteca y otros cargos de la sociedad pública y de la Generalitat, es del banco.
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