Un coqueteo atlántico

Antes de morir del todo en su camino hacia el Oeste, Sierra Morena relaja sus altitudes y, en contrapartida, ofrece algunos ejercicios de maestría geológica y virtuosismo paisajístico, que conforman el segundo parque natural más vasto de Andalucía: el de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en Huelva.Sin llegar a los mil metros ni en sus puntos culminantes, el espacio tiene un aire atlántico proporcionado por sus zonas umbrías cuajadas de castaños, olmos, álamos y chopos, que crean galerías junto a cursos de agua. Esos coqueteos atlánticos del clima mediterráneo explican la alta pluviosidad de la zona y una oscilación tenue entre temperaturas, que derivan en veranos frescos e inviernos suaves.

Hay elementos objetivos para explicar el paisaje, pero, rastreando en la historia, se encuentran otros inducidos por la acción humana. Los repobladores leoneses y gallegos comenzaron a introducir a finales del siglo XVIII las colonias de castaños, a las que luego se sumarían alcornoques y encinas. La gama de arbustos es igualmente variada: brezos, jaras, lavanda, romero, madroño y lentisco.

En este espacio, lugar de residencia de rapaces (águilas perdiceras, culebreras o calzadas) y depredadores como el meloncillo, el turón o la garduña, compite la riqueza natural con la arqueológica e histórica, como las piedras del Diablo, un conjunto de dólmenes y menhires enclavados en Aroche, legados por poblaciones prehistóricas. Los sucesivos asentamientos celtas, romanos y árabes han enriquecido el patrimonio cultural de la zona, que podría simbolizarse en el castillo que corona Aracena o los de Cortegana, Aroche y Cumbres Mayores.

Sus 184.000 hectáreas de superficie lo convierten en el segundo parque más extenso de la red de espacios protegidos de Andalucía, después del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Su paisaje adehesado y sus bosques se salpican aquí y allá por pequeñas localidades, que agrupan a una población de unos 41.000 habitantes. La capital de la comarca, Aracena, posee unos 7.000. Éstas son algunas de las rutas de interés que ofrece el Parque Natural, idóneo para el senderismo, la bicicleta de montaña, la escalada o la pesca.

Ruta de la Montanera. A lo largo de 65 kilómetros, entre Santa Olalla de la Cala y Cañaveral de León, atraviesa las dehesas mejor conservadas. Se pueden visitar el castillo de Cala y las construcciones rústicas aledañas de Arremolinos de León.

Ruta de las Contiendas. El recorrido de 40 kilómetros, entre Encinasola y Aroche, discurre por la llamada dehesa de las Contiendas, un antiguo territorio que las coronas de España y Portugal mantuvieron indiviso durante siglos. Altiplano de colinas y despoblado con profundos barrancos. Encinares viejos, alcornocales y monte mediterráneo alternan con pastizales y poblaciones recientes de pinos y eucaliptos.

Ruta Monumental. Entre Cortegana y Almonaster la Real, sus 75 kilómetros se adentran por una región arbolada y pintoresca, en la que predominan las masas de alcornoques, encinas y castaños. Se puede visitar el Cerro de San Cristóbal.

Ruta de los Castaños. Una treintena de kilómetros, entre Los Marines y Castaño del Robledo, que atraviesan la zona más fría y alta del Parque Natural. Dominan los castaños y otras especies de hoja caduca, lo que permite ver grandes contrastes entre unas estaciones y otras. Discurre por pueblos como Fuenteheridos o Galaroza, donde se puede visitar la ermita de Santa Brígida.

Gruta de las Maravillas. Una de las propuestas más interesantes, que puede visitarse en la localidad de Aracena. La Gruta de las Maravillas es el ejemplo más emblemático de las cavernas y cuevas formadas en la zona por la presencia de materiales como pizarra, granito y calizas, sumados a la permeabilidad de suelos y a la abundancia de agua. Esta cavidad abarca 2.130 metros de longitud (sólo son visitables 1.200 metros). Galerías sinuosas de formaciones kársticas muestran fascinantes composiciones de estalactitas, estalagmitas, coladas, cortinas listadas o aragonitos coraloides. La cueva, creada por la erosión del agua sobre las rocas calizas del cerro del Castillo, permanece abierta al público desde 1914.

Datos de interés

Desde Sevilla se parte por la Ruta de la Plata y se toma el desvío hacia Aracena. Teléfonos del Parque Natural: 959 12 84 75 / 959 12 80 11.