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El mercado de valores tecnológicos de EEUU suma otra caída del 7% en su 'abril negro'

Javier Moreno

Se acabó la fiesta: abril se está convirtiendo en un mes negro para el mercado de valores tecnológicos de EEUU, el Nasdaq. Por tercer día consecutivo, una oleada masiva de ventas, muchas de ellas a última hora, desató el pánico entre los inversores, que en los últimos meses habían apostado con fuerza por las firmas de Internet y la llamada nueva economía. Abandonado precipitadamente en busca de refugios más seguros, el Nasdaq perdió un 7,1%, la segunda mayor caída de su historia en puntos (286,69) y la sexta en porcentaje en sus más de 30 años de vida.

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El desencanto de los inversores con las empresas de la nueva economía parece haber cuajado de repente: las tres mayores caídas en puntos del Nasdaq, incluyendo la de ayer, se han dado en lo que va de mes, desatando el nerviosismo en las casas de valores.. "De seguir así", asegura Pablo Goldberg, vicepresidente para mercados emergentes del banco de inversiones ABN Amro, "mucha gente se va a encontrar con problemas serios".Desde el 10 de marzo pasado, cuando alcanzó su máximo histórico, el Nasdaq ha perdido ya un 25%, y las escasas perspectivas de que la mayoría de compañías que integran el sector logren ganar dinero en un plazo razonable han disparado la alarma general. Al cierre de la sesión, la pregunta que se hacía la mayoría de analistas e inversores era: ¿hasta cuándo va a seguir el desplome?

De momento, los inversores que se han desprendido de sus acciones de la nueva economía han buscado refugio en los sectores tradicionales, como banca, petróleo o energía, lo que de alguna manera ha mantenido un cierto equilibrio en la Bolsa. Pero ayer, el pánico vendedor alcanzó a todo el mercado, sin distingos de ningún tipo, y el índice Dow Jones, que agrupa por contraposición a la denominada vieja economía, también retrocedió un 1,43%.

La caída del Dow Jones se debió claramente al arrastre del Nasdaq, ya que durante todo el día se había mantenido en la zona de ganancias, y sólo en la última hora, cuando el miedo y las ventas se generalizaron en el mercado de las nuevas tecnologías, comenzó a perder pie, vio con impotencia cómo se diluían los beneficios acumulados durante la jornada, y acabó cediendo 161,95 puntos. Todo en 60 minutos de infarto.

La excusa oficial para la estampida de ayer fue una advertencia de Rick Sherlund, un analista de Goldman Sachs. Sherlund aseguró que los estadounidenses están comprando menos ordenadores personales, y que por ello, Microsoft venderá menos programas Windows, su producto estrella, por lo que sus beneficios no estarán a la altura de las expectativas.

Una minucia, si se quiere, pero suficiente para que el gigante informático, acosado además por sus problemas legales tras el fallo judicial en su contra por abusar de su posición dominante, perdiese un 5,4%. [Y ello a pesar de que los abogados del Departamento de Justicia se inclinan por descartar la división de Microsoft en varias empresas como parte de las sanciones por la violación de leyes antimonopolio decratada por el juez Jackson, según informó ayer The Washington Post].

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