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Aplausos para adversarios y ausentes

La despedida de Antonio Gutiérrez reunió en el Palacio Municipal de Congresos madrileño a un ramillete de políticos, empresarios, sindicalistas y otras gentes que han sido sus interlocutores (amigos y enemigos) durante los últimos 12 años. Fue un adiós muy arropado que Gutiérrez recogió emocionado y al que también acudió la Conferencial Episcopal.Ningún invitado pasó desapercibido y con todos Gutiérrez se fundió en efusivos abrazos. Entre los más ovacionados estuvieron los ajenos al sindicato y los ausentes. Entre los primeros, destacó el ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel, del que ayer se supo que se incorpora al grupo empresarial sevillano Detea (firma dedicada a las tecnologías aplicadas a la ingeniería y construcción industrial). El exministro cosechó sonoros aplausos del auditorio cuando el líder de UGT, Cándido Méndez, aludió a él como ejemplo de honestidad ante los sindicatos.

Discreción de Pimentel

Pimentel procuró la máxima discreción a la entrada y a la salida del recinto. Alejado en la sala de los otros dos ministros de Trabajo del PP -su antecesor, Javier Arenas y el actual, Juan Carlos Aparicio-, Pimentel compartió asiento con el presidente de la patronal, José María Cuevas. En la ronda de presentaciones, la mención a Cuevas despertó un conato de abucheos, finalmente neutralizados con tímidos aplausos. Arenas recibió su premio al término del discurso de Antonio Gutiérrez, que abrazó al secretario general del PP al bajar del estrado.

Junto a Pimentel, rivalizaron en la clasificación de los más aplaudidos el recién elegido diputado al Congreso por la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, y la presidenta de la Academia de Cine, Aitana Sánchez-Gijón. Curiosamente, ninguno de los dos estaba en el Palacio Municipal cuando fueron nombrados por el presidente del congreso, Rodolfo Benito.

Además, acudieron a la inauguración del congreso de Comisiones Obreras la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, el ex ministro de Trabajo socialista Luis Martínez Noval, el senador del PSOE Juan José Laborda, Cristina Alberdi, Diego López Garrido, Cristina Almeida, el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, y el Defensor del Pueblo, Fernando Álvarez Miranda, entre otros.

El coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, y el secretario general del PCE, Francisco Frutos, también recibieron el favor de los 999 delegados acreditados (faltó uno sobre lo previsto). El barniz internacional del congreso lo pusieron los más de 100 delegados sindicales de otros países. De entre todos ellos, los más aplaudidos fueron "los compañeros del Sáhara".

En cuanto a la puesta en escena, Gutiérrez estuvo sobrio. Apenas leyó su cuidado y medido discurso. Se los sabía prácticamente de memoria. Así durante una intensa hora y media. Su última hora y media como líder de Comisiones Obreras.

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