El 'calcio' acosa a la Liga Los clubes italianos acechan a los mejores futbolistas del Valencia
La figura espigada de Cesare Maldini se había vuelto habitual en los últimos meses en el palco de Mestalla. El ex seleccionador italiano hacía gala de tanta amabilidad como de sigilo. "No notabas que estaba ahí", recuerda un portavoz del Valencia. Pero estaba, y anotaba que Gerard era un centrocampista con una tremenda llegada, con capacidad para la distribución y con espíritu de sacrificio defensivo. El ojeador del Milan recomendó a sus jefes que ficharan al joven futbolista catalán, de 21 años, que además contaba con una cláusula de rescisión asequible para el opulento calcio: unos 4.000 millones de pesetas.Tras los tres goles de Gerard al Lazio el miércoles pasado en Mestalla, el Milan no ha podido esperar más y le ofreció el martes al jugador catalán cerca de 500 millones de pesetas netos por cada una de las próximas cinco temporadas. El futbolista dijo ayer desconocerlo todo: que sus representantes se habían reunido con los directivos del Milan, que le hubieran hecho tal propuesta e incluso que hubiera hablado el martes con sus agentes. El Milan, sin embargo, da por hecho el fichaje, mientras el Valencia apenas puede contraatacar: el jugador termina contrato en dos años y se niega a ampliarlo por más tiempo con el club de Mestalla.
Un total de 23 goles a favor y nueve en contra es la aplastante ventaja que han obtenido los equipos españoles en los últimos nueve enfrentamientos con rivales italianos (incluidos dos choques entre selecciones). El calcio, tan atento a los resultados, se ha enamorado de la Liga y de sus protagonistas, y ha decidido acosarlos. Y no hay equipo en la Liga más apetecible que el Valencia. Primero porque se está exhibiendo en la Liga de Campeones con un fútbol vertical y de un intensísimo ritmo; después porque ha pasado por encima de dos conjuntos italianos -el Fiorentina y el Lazio-; y finalmente porque el Valencia no tiene ni el peso histórico ni el potencial económico del Barça o el Madrid, por lo que sus jugadores, en principio, son presas más fáciles ante los oropeles del calcio. De ahí que las más poderosas entidades italianas se hayan abalanzado sobre el Piojo (fichado ya por el Lazio), Farinós (pretendido por el Parma), el Kily González (Simeone advirtió que algún club italiano lo ficharía la próxima temporada, poco antes de que el Lazio preguntara por su cláusula de rescisión: 5.000 millones), y Mendieta (perseguido por el Roma, si bien con una cláusula de rescisión muy disuasoria: 10.000 millones). El calcio ya se hizo en diciembre pasado con Seedorf (Inter), Chamot y José Mari (Milan), y ahora le sigue los pasos a Valerón y a Baraja, entre muchos otros.
En la mayoría de los casos, estos jugadores están siendo recomendados por técnicos que los conocen bien. Son los entrenadores italianos que han estado en España en los últimos años: Fabio Capello, Arrigo Sacchi y Claudio Ranieri, que, de vuelta en Italia, hablan maravillas de los futbolistas españoles. Su paso por la Liga supuso una especie de avanzadilla para anunciar a sus compatriotas la buena nueva: ¡En España hay grandes jugadores que todavía disfrutan del juego! El legado de estos preparadores en la Liga, sin embargo, resultó discreto. Si bien Capello ganó una Liga con el Madrid en 1997, lo hizo con un fútbol mortecino; Sacchi no aportó nada en el Atlético; y Ranieri, que también resbaló en el Atético, triunfó sin embargo en el Valencia con un contragolpe perfectamente sincronizado por Mendieta y el Piojo López, con el que ganó la pasada Copa del Rey.
