El acusado de matar a un joven en una discoteca acepta que usó una navaja
Un hombre acusado de matar a otro joven en una discoteca de El Perellonet (Valencia) aceptó ayer, ante el jurado popular que le juzga, que blandió una navaja justo la noche en la que murió, víctima de dos puñaladas, Alejandro Ch., de 20 años. La Fiscalía pide 12 años de prisión por un homicidio para Pablo G. T., que limitó el uso del arma blanca a un movimiento meramente defensivo. "Ni siquiera rocé a nadie", dijo.
El acusado, que sólo pasó 35 días en prisión antes de quedar en libertad provisional, fue arrestado por la Guardia Civil el 23 de agosto de 1998, horas después de la muerte de Alejandro Ch. Éste falleció en la discoteca Calavera, un local de ocio en el que, por causas no aclaradas, se generó una multitudinaria reyerta que acabó en tragedia.Pablo G. T. reconoció que mantuvo una discusión con el fallecido, que llevaba una navaja -para hacerse rayas de cocaína-y que la utilizó para defenderse. Ahora bien, según el testimonio que prestó ayer en la Audiencia de Valencia, tan sólo hizo un "barrido" con el arma. "Ni siquiera rocé a nadie", dijo ayer, según informa Europa Press.
El representante de la Fiscalía no es de esa opinión, por lo que solicita 12 años de prisión para el procesado, que intentó deshacerse del arma e incurrió en algunas contradicciones ante la Guardia Civil. Una de ellas, de cierto calado.
Según declaró ayer un agente de ese cuerpo, Pablo G. T. confesó que había matado al joven, aunque esta declaración no figura en el sumario del caso porque fue realizada antes de la llegada del abogado defensor. Éste pidió ayer la absolución de su cliente al entender que lo único que hizo, notablemente borracho, fue exhibir una navaja.
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