A la tirolesa
La escuela debe europeizar con contenidos concretos a niños, adolescentes y jóvenes de los países del euro. Porque Europa es algo más que economía en la UE. Lo escribió hace unos meses, en el rotativo alemán Die Zeit, Josep Kraus, que es director de un instituto de bachillerato en Baviera y presidente de la Unión Federal de Maestros alemanes desde 1987. El cante de Kraus es a la tirolesa, es decir, alienta la educación y la formación europea como tarea fundamental en las escuelas si queremos que se cree una mentalidad europea con futuro. Un futuro que arranca de un pasado cultural común donde coinciden el Norte y el Sur, la Reforma y la Contrarreforma protestante, la valoración del trabajo y del rendimiento eficiente. Europa ha de ser sinónimo de libertad y su voz ha de irradiar democracia, estado de derecho y solución pacífica de los conflictos. Hay que introducir, dice, los temas europeos en los libros escolares en todo tipo de escuelas; hay que ir aprendiendo la historia, la geografía, la literatura de los países vecinos en la Unión; hay que redescubrir el latín, que es lengua básica europea y es vocabulario, gramática y terminología de las ciencias, y lengua de reflexión que abre la puerta al plurilingüismo necesario para las nuevas generaciones.Todo ello requiere trabajo, impulso y esfuerzo si queremos que Europa sea algo más que una potencia económica.Pero ese es un canto centroeuropeo para escuelas que merezcan tal nombre y mirando el futuro. Aquí se tatararea una tonada más desafinada y esperpéntica. Aquí tenemos a una consejero de Educación preocupado por financiar la educación preescolar en colegios privados o concertados, mientras muchísimos adolescentes, que debían estar aprendiendo Europa, se hacinan en barracones de la LOGSE y se ilustran con asignaturas lúdicas y optativas que no suponen el menor esfuerzo.
No, no se canta a la tirolesa por estos pagos. En la teórica LOGSE no tiene cabida una valoración del trabajo y el rendimiento eficiente, ni el esfuerzo para que jóvenes y adolescentes crezcan y se eduquen con contenidos europeos. Aquí se reúnen en Torrevieja, autoconvocados por ellos mismos, una serie de directores valencianos de institutos de enseñanza secundaria, y exigen mayores inversiones en la escuela pública -que eso lo queremos casi todos-, y algunos entonan de paso la canción áspera que propugna eliminar libros de texto, que recomienda reducir la enseñanza a conceptos básicos y generales con la ayuda de más gabinetes psicopedagógicos, e invitan al diseñador de la LOGSE Álvaro Marchesi para que les indique que los programas informáticos estimularán a los alumnos más que los libros.
Y claro, con tales premisas, los jóvenes de aquí no se encuentran con Europa, sino con un relativismo cultural que genera analfabetos funcionales y mano de obra acrítica para todas las tierras míticas habidas y por haber. Porque los conceptos del entendimiento de los ideólogos de la LOGSE no se corresponden con los hechos reales, ni con las aspiraciones educativas de Josep Kraus. Y clausuró la reunión de Torrevieja Concha Gómez, directora general de Centros con una loa a los logros del PP en el ámbito educativo: un esperpéntico martes de carnaval cuando ya nos llega el final de la cuaresma. Uno se queda con el yodeleiridiridii a la tirolesa.
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