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"¡Que cada uno coja a un contrario y a tomar por saco!"

Diego Torres

El último entrenamiento del Atlético, antes del partido de Riazor, prefiguró la tragedia. El técnico, Radomir Antic, presenciaba un partidillo desde la distancia. Los jugadores, en un área, se preguntaban cómo defender, ante la lluvia de goles que recibían a balón parado. Los jugadores tienen dudas, porque desde su llegada, Antic ha dado orden de defender en zona. Con Ranieri, en las jugadas con pelota detenida, el Atlético hacía marcajes al hombre o mixtos. "¿Vamos a seguir defendiendo en zona en los córneres y en los tiros libres?", preguntó un futbolista, aprovechando la distancia que le separaba del entrenador. "¡Porque así no nos podemos anticipar nunca!". Otro respondió con un cierto hartazgo: "¡Que cada uno coja a un contrario y a tomar por saco!".Seguramente, esa discusión no tuvo lugar ayer en Riazor, mientras Donato acomodaba el balón a 30 metros del área, cerca de la banda izquierda del Depor. El central brasileño, el futbolista más veterano del Depor con 37 años, alzó la vista y repasó el ajetreo en el área del Atlético. Lanzó la falta y comenzó la tragedia. Un drama marcado por la confusión de los defensas. Un caos que se desató a ritmo de jugada a balón parado. ¿Quién marcaba al Turu Flores? Gamarra se ocupó de su zona, frente al palo derecho de Molina, y el Turu se le anticipó, controló el balón que le envió Donato, se dio la media vuelta en la esquina del área chica, mandó al suelo con la maniobra a Gammarra y remató. Fue gol. El Turu apenas había aparecido en el partido, pero el delantero argentino no es un tipo que se caracterice por su falta de oportunismo. Ni por carecer de astucia. Atento al hueco, a dos metros de su marcador más próximo, se desplazó a su aire para dar comienzo a la ceremonia de ejecución del Atlético.

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Fue todo lo que necesitó el Deportivo para hundir a su rival. Porque hasta el gol de Flores, ni se impuso por juego, ni por entusiasmo. Ni Djalminha, sentado en el banquillo, ni Fran, lesionado, hicieron falta para golear al Atlético. Bastó con una jugada a balón parado y los despistes defensivos posteriores. Es decir, el mismo tipo de operación que liquidó a los rojiblancos en Soria, donde encajaron tres goles de este modo, todos de cabeza. El mismo tipo de jugada que abrió el marcador en Lens, en la despedida -por goleada- de la Copa de la UEFA.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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