La Sociedad Kursaal discute con la constructora el coste final de la obra

El Consejo de Administración de la Sociedad Kursaal, del que forman parte la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián, no está dispuesto a abonar los 1.266 millones de pesetas que reclaman las empresas constructoras del Palacio de Congresos para liquidar definitivamente la obra. Además, ante el "deficiente grado de acabado" y los "importantes retrasos", anuncia que rematará la construcción con "medios propios".

El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, aseguró ayer que el contencioso con las constructoras del Kursaal necesita "una solución amistosa". Elorza se refirió al desacuerdo existente entre los titulares del edificio (Ayuntamiento donostiarra y Diputación) y la unión de empresas encargada de ejecutar las obras, que pretenden cobrar 1.266 millones de pesetas para acabar la construcción del inmueble. La Sociedad Kursaal considera que esta reclamación "carece de todo fundamento". El primer edil afirmó que la petición de las constructoras le produce "una amplia y profunda sonrisa".La UTE (unión temporal de empresas) formada por Altuna y Uria, Amenabar y Dragados ha presentado un requerimiento notarial por el que solicita el abono de 4.591 millones de pesetas en concepto de obra civil del edificio. Sin embargo, el importe aprobado por la sociedad gestora, "de acuerdo con rigurosos estudios técnicos", dijo Elorza, asciemde a 3.325 millones de pesetas. Así se contiene en la última liquidación aprobada recientemente por el Consejo de Administración del Kursaal, que estableció el coste total del Auditorio y Palacio de Congresos en 9.985 millones de pesetas (60 millones de euros).

Un arbitraje o al juzgado

El regidor donostiarra también informó de que la Sociedad Kursaal remitió el pasado 10 de marzo a la UTE un acta notarial haciendo constar que la obra no está terminada. "Hay detalles que evidencian que el Kursaal no está al 100%", aseguró Elorza. Se trata de "aspectos estéticos", según la sociedad gestora, que "procederemos a rematar con medios propios". Si las constructoras no aceptan liquidar la obra por 3.325 millones, Elorza auguró dos posibles soluciones a este desacuerdo: "O bien recurrimos a un arbitraje, una vía que no me agrada, o bien vamos a los tribunales, que es la medida menos deseable para todos". El Kursaal ha visto cómo el coste de los prismas de Rafael Moneo ha sufrido una desviación del 20,4% sobre el precio inicial de licitación, que fue 8.273 millones de pesetas. Eso sin contar los 1.266 millones que ahora piden las constructoras.