El sector crítico del PSOE cántabro anuncia una querella contra su líder

El conflicto que viene enfrentando a los socialistas cántabros registró ayer un nuevo episodio, secuela directa de los incidentes que se produjeron el sábado pasado en la sede del partido en Laredo, donde los representantes del sector oficialista y los llamados regeneracionistas intercambiaron insultos y empujones e incluso estuvieron a punto de llegar a las agresiones físicas. Los últimos han anunciado ahora su propósito de llevar al secretario general de la formación, Jaime Blanco, a los tribunales y pedir la intervención del fiscal Anticorrupción en el asunto.Por su parte, los oficialistas, que consideran a sus adversarios responsables de todo lo sucedido, en su intento de "reventar la asamblea" en la que debía elegirse una nueva ejecutiva, han informado a la dirección general del partido, en Madrid. Su pretensión es que ésta estudie la aplicación de sanciones a los presuntos alborotadores, a los que acusa de "hacer el trabajo sucio de la derecha", y promover una campaña de desprestigio del partido eludiendo los cauces normales para expresar las críticas o las discrepancias.

Por contra, los regeneracionistas anuncian el encargo de una demanda civil de protección de los derechos fundamentales de las personas "contra quienes desde la ejecutiva están promoviendo el derribo de la agrupación local mediante maquinaciones ilegales o acuerdos contrarios a los estatutos".

También recordaron ayer los regeneracionistas la dimisión en 1994 del entonces alcalde socialista de Laredo, Juan López Revuelta, horas antes de conocer una sentencia del Tribunal Supremo que le condenaba a seis años y un día de inhabilitación por un delito de prevaricación (dictar a sabiendas resoluciones injustas) tras la concesión de una licencia municipal a una empresa constructora desoyendo los informes técnicos de ilegalidad.

Anteriormente, López Revuelta había sido absuelto por el Tribunal Superior de Justicia cántabro y transcurridos algunos meses fue indultado por el Consejo de Ministros, presidido por Felipe González.

En la actualidad, el grupo de los renovadores de López Revuelta tiene cinco concejales y los regeneracionistas acusan a Blanco de promover su rehabilitación política. Revuelta se dedica hoy a los negocios inmobiliarios, según éstos, que insinúan que Blanco no está lejos de esas actividades.