Villalonga no será vicepresidente del BBVA al variar el pacto entre Telefónica y el banco
El presidente de Telefónica, Juan Villalonga, no será vicepresidente del BBVA en contra de lo que pactaron ambas compañías en el marco de la alianza firmada el pasado 11 de febrero. Tampoco serán consejeros de Telefónica ninguno de los presidentes del banco (Emilio Ybarra y Francisco González). Esta revisión acordada del pacto se justifica en la necesidad de dar un carácter menos político a la alianza, que despertó recelos en el Gobierno por la concentración de poder y coincide con una caída de Telefónica en Bolsa, que ha perdido el 25% desde que marcó el máximo histórico en marzo.
La alianza entre Telefónica y el BBVA ha pasado por una revisión, acordada por las partes, en vísperas de la junta anual de la operadora. Los acuerdos establecían que Villalonga ocuparía una de las vicepresidencias del BBVA (la quinta) y se sentaría en su consejo. Entonces ya se decidió que no estaría en la comisión ejecutiva a pesar de ser vicepresidente, lo que obligó al banco a modificar sus estatutos. A cambio, la entidad decidió colocar a uno de sus presidentes y al vicepresidente consejero delegado, Pedro Luis Uriarte, en el consejo de la operadora como vicepresidentes.Esos puntos han variado. Según fuentes involucradas, se trata de dar un perfil más técnico a la alianza y rebajar la fuerte relevancia política que ha rodeado la operación. El sustituto de Villalonga, según esas fuentes, ocupará el puesto que estaba reservado para aquél. El aterrizaje de Villalonga en el BBVA se había interpretado como un blindaje frente al Gobierno en medio de la polémica surgidas por las opciones sobre acciones (stock options), que había enfriado las relaciones entre Villalonga y el presidente Aznar, amigos desde la infancia. Aznar designó a Villalonga para presidir la empresa tras su llegada a La Moncloa en 1996.
"Si no hubiera habido tanta bronca política, seguramente se habría realizado el intercambio de presidentes en los consejos, como estaba pactado", referían ayer las fuentes consultadas. Aseguraron, en cualquier caso, que la presencia de consejeros técnicos permitirá desarrollar la alianza. Y es que el enorme poder que acumulan ambas firmas en algunos sectores económicos hizo reaccionar al Gobierno, que ha obligado ya al BBVA a vender participaciones.
La revisión de los acuerdos coincide con un deterioro de la imagen pública de Villalonga, acompañado con rumores de dimisión al frente de Telefónica y con la acción abatida en Bolsa. Desde que el pasado 6 de marzo alcanzó su máximo histórico, el valor bursátil ha caído el 25,60% y su capitalización ha pasado de 17,69 billones de pesetas a 13,15. Todas las ganancias acumuladas en el año (llegó a marcar una revalorización superior al 30%) se han convertido en pérdidas (-2,30%). Aunque está afectada por la crisis de los valores tecnológicos, parte de la penalización que ha sufrido Telefónica se debe, según los analistas, a las últimas compras, como la de la productora holandesa de TV Endemol (915.000 millones de pesetas). Esta operación se financia con una ampliación de capital, que hay que añadir a otras que va a proponer a la junta de mañana y a las aprobadas para la compra de filiales latinoamericanas.
Polémicas ampliaciones
Las ampliaciones han sido motivo de debate estos días por parte de sus accionistas. Pedro Luis Uriarte, que sí podría ir al consejo de Telefónica como vicepresidente, explicó el martes a los analistas que el pacto con la operadora no contempla compromisos mínimos de participación ni plazo de ejecución para la adquisición de hasta un 10% de Telefónica por parte del BBVA y del 3% del banco por la operadora. Ante el mayor esfuerzo que exigirán las ampliaciones que debe aprobar la junta (por un valor de mercado de unos 1,5 billones), Uriarte subrayó que el banco, que tiene el 8,756% de Telefónica, tiene previsto como tope un desembolso de 300.000 millones. Esa cantidad se ajusta a las ampliaciones de capital acordadas hasta el 11 de febrero. Es decir, el BBVA no tiene por qué llegar al 10% si su parte se diluye con ampliaciones posteriores al pacto. Con todo, al BBVA le saldría hoy un 24,13% más barato comprar Telefónica que el 11 de febrero.
En ese marco, el consejo de Telefónica tiene previsto someter a la junta varias ampliaciones, dos de las cuales servirán para retribuir a los accionistas con más papel (1 acción nueva por cada 50 antiguas), y dos más para extender el plan de opciones a más de 90.000 trabajadores fijos no directivos del grupo en el mundo. Junto al plan de opciones para todos, con el que Villalonga se ha ganado el apoyo de las federaciones de CCOO y UGT, se debe aprobar el Plan Rise para 100 ejecutivos, incluido Villalonga, por más de 76.000 millones de pesetas, y el TOP para 450 ejecutivos. Con todo, los sindicatos Alternativa Sindical, CGT, SATT y UGT-Madrid han convocado movilizaciones.
Por otro lado, un portavoz de Telefónica confirmó las negociaciones con Lyonnaise des Eaux para competir por una licencia de telefonía móvil multimedia (UMTS) en Francia. Telefónica ha elevado ya 660.000 millones de pesetas su oferta en la subasta de licencias UMTS que se disputa en el Reino Unido y, paralelamente, el presidente de Telefónica Media, José Antonio Ríos, se entrevista estos días con el presidente del portal de Internet Lycos para un acuerdo que abra a Terra las puertas de Europa.
