El PSC rechaza que el federalismo provocara la derrota del PSOE
Los socialistas catalanes rechazan de plano que la propuesta federal incluida por el PSOE en su programa electoral haya sido causa relevante de la derrota en las urnas el 12 de marzo. Los dos miembros del PSC que forman parte de la gestora del PSOE, Manuela de Madre y Celestino Corbacho, afirman que los dirigentes socialistas que sostienen lo contrario expresan "opiniones individuales", aunque sean figuras de relieve. Manuela de Madre admite que a estas voces "se las oye más" ahora, pero es porque "el resto del partido está callado".
La definición de un proyecto claro de España que el presidente de la comisión política del PSOE, Manuel Chaves, pidió el míércoles a los parlamentarios socialistas no ha sido interpretada por el PSC como una renuncia al federalismo. "Lo que veo es que se reclama un modelo explicable por igual en Cataluña y en otra parte", afirmó Corbacho ayer.En la comisión política del PSOE, continuó el alcalde de L'Hospitalet, "no se ha dado al federalismo, ni a las propuestas de Maragall, la culpa de la derrota". Sin embargo, destacó también que "no puede ser" que mientras el programa electoral define un modelo, haya otras voces que predican otro. Se refería a las opiniones expresadas por el alcalde de A Coruña, Paco Vázquez, el ex ministro Enrique Múgica y el presidente de Extremadura.
Manuela de Madre, portavoz adjunta de la gestora del PSOE, especificó que, en su opinión, las voces que han hablado de federalismo cuestionan dos cosas. La primera es "la mala forma de comunicar el modelo". La segunda es que "la ausencia de modelo ha convertido el federalismo en asunto principal", lo cual tampoco es el caso. Pero eso no significa, aseguró, que se proponga una vuelta atrás. "Nadie ha dicho que se tenga que cambiar eso", agregó.
En su condición de máxima figura impulsora del federalismo, el líder del PSC, Pasqual Maragall, reconoció ayer en una entrevista en Catalunya Ràdio que los socialistas han proyectado durante la campaña "dudas" sobre su "idea de país" y que entre ellos "no está resuelta" la discusión sobre la concepción de la España plural. Pese a ello, Maragall se mostró convencido de que "no es mal tiempo para la idea federalista", reiteró que sigue siendo "la única solución para este país" y destacó que figuras del PSOE como Chaves y el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, la han defendido.PASA A LA PÁGINA 4
Corbacho advierte que si los socialistas renuncian al federalismo retrocederán 10 años
VIENE DE LA PÁGINA 1 Todos los socialistas consultados recordaban ayer que las posiciones de Vázquez, Rodríguez Ibarra y Múgica en contra del federalismo no son fruto de la derrota electoral, y que, por tanto, no deben sorprender ni atribuirles una representatividad relevante. "Vázquez es el ala derecha del partido y ha tenido actuaciones como la de votar contra la ampliación de la ley del aborto", dijo De Madre. Corbacho recordó también que Vázquez "está en minoría en Galicia" y que sus compañeros incluso le han advertido que se estaba situando fuera del partido.
La búsqueda de causas sencillas a la derrota electoral y de chivos expiatorios es, según el secretario de organización del PSC, José Montilla, "fruto del momento de digestión de la derrota" en que se hallan los socialistas. Montilla reconoció no obstante que ahora "hay gente que tiene la tentación de echarse atrás" en todo lo andado en los últimos tiempos. Eso se aprecia, explicó, cuando se dicen cosas como: "Ha sido un error el pacto con IU, abandonemos esa línea; no tenemos modelo de Estado, abandonemos el federalismo". Pero eso se superará, concluyó, "cuando el debate se serene y asiente".
La defensa del federalismo fue asumida ayer por dirigentes socialistas que, como De Madre, Corbacho y Montilla, se han alineado en el PSC con José Borrell, cuyas diferencias con Maragall y las propuestas federalistas conocen perfectamente. "El PSOE se equivocaría si siguiera el discurso del PP", advirtió Corbacho, "porque el futuro es el pluralismo, la flexibilidad, y eso es la idea federal. Otra cosa sería retroceder 10 años", en la evolución política del PSOE.
Otro de estos dirigentes, el diputado Miquel Iceta, dijo: "No creo que haya riesgo de una involución españolista en el PSOE, pero es problemático que no haya sugido otro tipo de explicaciones a la derrota que lo que denomino falsos atajos". Se trata, explicó, de la tentación de aplicar al PSOE lo que se considera que ha sido la receta del éxito del PP. Se asume que el PP ha ganado las elecciones porque ha dicho "fuera impuestos, España una, partido monolítico". Y entonces se pretende hacer, agregó, "una mala copia de la fórmula".
Iceta afirmó que, en la urgencia por hallar una explicación a la derrota electoral, se buscan "falsos atajos" como éste, cuando lo que a su juicio tienen que hacer los socialistas es justamente profundizar en el modelo contrario, alternativo al del PP. Es decir, defender una fiscalidad progresiva en la que pague más quien más gane; defender y aplicar la concepción de la España plural y mantener los avances en la democratización interna del partido logrados con la celebración de las primarias para la candidatura a la presidencia del Gobierno.
Mal comienzo en el Senado El relieve alcanzado por el debate sobre el federalismo augura una complicación de las relaciones entre el PSC y el PSOE. Los socialistas catalanes tuvieron ayer su primera decepción después de las elecciones. El grupo parlamentario de la Entesa Catalana de Progrés vio frustrada su aspiración de tener uno de los puestos en la Mesa del Senado, que hubiera supuesto su condición de tercer grupo de la Cámara. Cuando el presidente del grupo, Isidre Molas, se puso en contacto con el Grupo Parlamentario Socialista para negociar la adjudicación de este puesto "se encontró con que ya estaba todo decidido", explicó la senadora Mercedes Aroz.
Los senadores del PSOE no tenían muy claro, por lo visto, que el PSC iba a formar grupo propio, pese a que era sobradanente conocido que esa era una de las características de la coalición con ERC e Iniciativa-Verds. Pero lo entendieron de golpe cuando comprobaron que los senadores del PSC votaban distinto que ellos en la elección de la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre.
Para la Entesa ha sido un mal comienzo que el grupo parlamentario de CiU ocupara una de las secretarías en la Mesa del Senado, porque el PP le cedía una de las cinco plazas que su aplastante mayoría absoluta le permite copar. Los socialistas tenían sólo dos plazas para repartir. Se las quedó el PSOE.
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