La Junta admite que se equivocó al crear un Consejo Audiovisual que contradice la oferta electoral de Chaves

El consejero en funciones de Presidencia de la Junta, Gaspar Zarrías, ha admitido que el Consejo de Gobierno se equivocó al aprobar el 7 de febrero un decreto de Cultura por el que se creó un Consejo Superior Andaluz del Audiovisual dependiente de la Administración. "Nos equivocamos, pero lo arreglaremos en cuanto se forme el nuevo Gobierno", afirmó el consejero. El programa electoral socialista prometió la constitución de un Consejo Audiovisual de Andalucía "como órgano independiente para el asesoramiento, consulta y vigilancia de la normativa sobre contenidos audiovisuales". Por el contrario, el decreto previamente aprobado por la Junta, que no se ha publicado en el BOJA hasta hace una semana, había creado un consejo con un espíritu completamente contrario: "Adscrito a la Consejería de Cultura para constituir el marco de diálogo y consulta, en relación con la política audiovisual". De 17 miembros del consejo, 10 dependen de la Junta. Para la consejera de Cultura, Carmen Calvo no hay contradicción entre ambos organismos "porque no tienen nada que ver". La consejera afirma que el consejo creado por su departamento "no tiene ningún rango, es un simple organismo asesor, como otros que tenemos en la Consejería sobre arqueología o música". La finalidad de este órgano asesor, según Calvo, es "ayudar en el reparto de las subvenciones al cine andaluz". El equívoco surge de la denominación empleada, Consejo Superior del Audiovisual, que es el nombre clásico utilizado en Europa para de definir a los órganos que ejercen la tutela del sistema público y privado de radio y televisión. Esta idea la puso en marcha el primer gobierno socialista francés en 1982, al crear La Alta Autoridad de la Comunicación Audiovisual. Ese organismo se convirtió en enero de 1989 en el Consejo Superior del Audiovisual. Sus nueve miembros son nombrados por seis años en mandatos irrevocables y no renovables, y ejercen un poder enorme: tienen capacidad sancionadora, distribuyen las frecuencias de las emisoras y nombran al presidente (aquí sería el director general) de la televisión pública.

Zarrías se muestra partidario "de crear un organismo independiente, siguiendo el modelo francés", pero sin sus poderes ejecutivos. También avanza que pretende ponerlo en funcionamiento "antes del verano o como muy tarde dentro del año 2000". Calvo apunta que la creación del consejo prometido por el PSOE en su programa electoral "tendrá que hacerse por ley en el Parlamento andaluz" y la propuesta dependería de Presidencia y Gobernación.

La publicación en el BOJA del decreto ha causado, sin embargo, "sorpresa e indignación" entre los miembros del Consejo de Administración de la Radio Televisión de Andalucía consultados por este diario. Alonso Balosa considera que "le denominación se presta al equívoco, le ha pisado el nombre al proyecto del presidente Chaves; debería llamarse simplemente consejo asesor". Bernardo Díaz Nosti, catedrático de la Universidad de Málaga y miembro del Consejo de RTVA, sostiene que el decreto andaluz "parece copiado de uno gallego de septiembre de 1999".