Ánimos para el Chelsea

De Stamford Bridge llegan noticias preocupantes para el Barcelona, que bien hará en enfrentar el partido del próximo miércoles en estado de alerta. Alrededor del Chelsea se ha organizado un coro que le invita a romper un pronóstico que le sitúa un punto por debajo del Barcelona, invicto en las competiciones europeas y que pasa por uno de los momentos más dulces del presente ejercicio futbolístico. La conclusión es que el equipo de Vialli puede llegar donde no pudo el Arsenal, batido por el Barça en Wembley en la primera fase de la Liga de Campeones.El primero en tomar la palabra ha sido Kevin Keegan. Quizá condicionado por su cargo, el seleccionador inglés ha dicho que el Chelsea es el máximo rival en la carrera del Manchester United para repetir su título en la Liga de Campeones. "Respeto al Barcelona", confiesa Keegan, "pero tiene que ganar al Chelsea y no creo que le vaya a resultar fácil". El seleccionador basa su criterio en el rendimiento de este equipo inglés en la máxima competición europea. "Si uno observa a los jugadores del Chelsea, comprobará que están preparados para ganar cosas al más alto nivel. Es un gran desafío. Cualquiera de sus triunfos les da la confianza de que pueden conseguir el máximo".

Igualmente optimista se muestra Glenn Hoddle, el antiguo manager del Chelsea, quien considera que el rival del Barcelona dispone de una plantilla de futbolistas "muy capaz de operar al máximo nivel". "Algunas veces", relata Hoddle, "en la Premier League, los jugadores del Chelsea parecen relajarse en exceso, pero no sucede lo mismo en los grandes partidos europeos. Estaría encantado de que ganaran al Barcelona y creo que pueden hacerlo".

El único de los notables que no se ha pronunciado es el holandés Ruud Gullit, que salió de mala manera del club después de una trama que no le era ajena a su sucesor, el italiano Gianluca Vialli. Tampoco hace falta. La trayectoria del Chelsea en la Liga de Campeones es sobresaliente. Únicamente ha perdido tres partidos, el último en su propio feudo de Stamford Bridge, frente al Lazio, en un partido en el que alineó a 11 extranjeros. "Los caniches de Vialli no muerden sin su rotweiler inglés", tituló The Express ante la ausencia de Denis Wisse, el alma del Chelsea.

El 'supporter' más famoso

Stamford Bridge, con capacidad para 35.000 espectadores, es un fortín. De los últimos 68 partidos disputados en su cancha, el equipo de la jet set londinense, el mismo que tiene al ex primer ministro John Major como supporter, solamente ha perdido seis, y no cedió precisamente en el último partido contra el Manchester United, sino que le marcaron cinco goles (5-0).

Los propios futbolistas del Chelsea han coincidido en sus pronósticos: cualquier posibilidad de éxito frente al Barcelona pasa por no encajar ningún gol el próximo miércoles en el partido de ida de los cuartos de final.

El triunfo del sábado pasado en el feudo del Leeds (0-1) ha reforzado la moral del grupo de Vialli, que alineando a los suplentes alcanzó el quinto puesto en la clasificación de la Liga inglesa. Frente al Barcelona, el técnico italiano recuperará al mejor equipo, salvo al central francés Leboeuf, que está sancionado. Jugará, por tanto, Chapi Ferrer. El ex azulgrana está completando una gran temporada en el equipo de Londres y se ha ganado el reconocimiento unánime de la crítica. Ferrer forma una línea defensiva intimidatoria junto a los franceses Desaill y Leboeuf (éste será sustituido presumiblemente por Hogh) y el nigeriano Babayaro. La zona de medios es todavía más consistente con el rumano Petrescu, el inglés Wise, el francés Deschamps y el uruguayo Poyet (el italiano Di Matteo es una alternativa). El ariete noruego Flo re fuerza el tono físico y vigoroso del equipo. La clase, el signo de distinción, queda reservado para el italiano Zola. Un futbolista exquisito que completa un equipo de muy buen ver. Al Barça le aguarda un partido difícil de pelar.