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Romero se compromete a que el equipo que prepare la próxima asamblea sea "plural y territorial"

Como estaba previsto, Antonio Romero recibió el amplio respaldo del Consejo Andaluz para continuar como coordinador hasta que una asamblea extraordinaria elija una nueva dirección. La mayoría de los dirigentes provinciales se pronunció a favor de una transición sin cambios traumáticos, y de que la comisión permanente que Romero presente ante la ejecutiva sea plural, territorial y con representación de las todas corrientes. El CUT denunció que la discrepancia de la dirección había sido estigmatizada y optó por abandonar los órganos de dirección.

La postura oficial que llevó Romero y su equipo concitó la mayoría de los apoyos del Consejo Andaluz (64,8%), si bien los más de 40 miembros que tomaron la palabra en una maratoniana reunión -que duró casi seis horas- aportaron matices e interpretaciones muy diferentes. La coincidencia se produjo, sobre todo, a la ahora de afirmar que la federación recibió el 12 de marzo una derrota sin paliativos, que los errores eran de estrategia política y modelo de organización y que la militancia y el entorno de IU debe tomar la palabra para una profunda transformación.El primero en hacerlo fue el propio Romero, que se reafirmó en el compromiso de dejar el cargo en la próxima asamblea extraordinaria, que será 15 días antes que la federal, y proponer una comisión permanente en la que se integren todas las corrientes y con estructura de representación territorial. También aseguró que pedirá a la dirección nacional que adelante a antes del verano la asamblea que buscará el relevo de Julio Anguita.

La mayoría de los dirigentes, incluso los que en estos últimos cuatro años han cuestionado el liderazgo de Romero, dieron por válida estas medidas, toda vez que las premisas acordadas para el relevo de dirección son las únicas posibles si se respetan los plazos y los estatutos internos. Mientras que los coordinadores de Huelva, Diego Valderas, o Málaga, Rafael Rodríguez, apelaron a la responsabilidad colectiva y el diálogo tranquilo "para no ir sin sentido ni rumbo", el de Córdoba, Luis Carlos Rejón -también predecesor de Romero- dijo que una vez que existe una dimisión anunciada lo importante es que el proceso de cambio lo conduzca una permanente plural. Rejón lamentó que Antonio Romero no hubiera dimitido en la misma noche electoral para que su marcha se trasladara al terreno de lo político: "Hemos vivido 20 días pendientes de dimes y diretes, los buenos y los malos, y el debate ya no es ese. Tampoco se puede interpretar que si se respalda a un coordinador o no es lo mismo que rechazar o apostar por el diálogo con otras fuerzas políticas".

Los críticos, como el sevillano Antonio Girón o el malagueño Juan Francisco Gutiérrez Vilches, comenzaron sus intervenciones con una tesis parecida, pero sus consideraciones fueron mucho más allá. Ambos dijeron que llevar al Consejo Andaluz la ratificación de un coordinador que tiene un periodo interino no tenía sentido. "Sólo sirve para darnos coba delante de los medios de comunicación porque sabemos que los votos en este consejo son habas contadas", aseveró Gutiérrez Vilches, para quien el demorar la solución de los problemas, en referencia a la que asamblea extraordinaria se celebre finalmente en otoño, "lo único que facilita es tiempo para la manipulación".

Girón se centró en uno de los puntos que acapararon la reunión: las heridas abiertas por las diferentes posturas sobre la manera de enfocar la elección de otra cúpula. "Vamos a dejar las descalificaciones y las imputaciones de que tenemos ambiciones personales porque podemos llegar muy lejos. Así, que cuidadito", advirtió. Algo parecido señaló la coordinadora de Sevilla, Concha Caballero, quien ha liderado la postura crítica que pretendía la dimisión de la ejecutiva y del coordinador: "Hay que desdramatizar el debate y voy a empezar riéndome de aquellos que dicen que quienes hemos hecho declaraciones en contra queremos el poder: ¿algún ingenuo puede creer que así voy a conseguir un carguito?. En IU existe todavía la cultura guerrista de que quien se mueve no sale en la foto".

Caballero defendió que la derrota de IU hay que buscarla en el modelo y las formas de la organización, que ha perdido su frescura y se ha vuelto dogmática y jerarquizada: "No se puede sumar, siendo cada vez menos".

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El CUT abandona todos los órganos directivos

El Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT), la minoría mayoritaria en IU después de la marcha de las otras corrientes, llevó la propuesta más radical: no a la negociación con el PSOE, dimisión de Romero, su ejecutiva y el Consejo Andaluz y la constitución de una gestora. Los oradores de esta corriente no dieron margen a la ambigüedad y achacaron la derrota electoral a la alianza con los socialistas y la falta de pluralidad de la organización.Unos de sus miembros, el sevillano Antonio Sánchez, denunció que su postura había sido estigmatizada desde el primer momento que se pronunciaron: "Nos han colocado en el lugar del enemigo. Se ha dicho que votar a favor de Sánchez Gordillo es hacerlo contra Anguita, que Concha Caballero, por respetar nuestra opinión, tiene ambiciones personales, y que nuestra estrategia la traza José Caballos [secretario de Política Institucional del PSOE]. Pues bien, el enemigo dimite de todos los órganos de dirección y nos vamos a las bases. De esta fuerza no nos echa ni la Guardia Civil, pero, de momento, estaremos con las bases si nos queréis encontrar".

Antonio Romero, en el discurso final, pidió al CUT que no se fuera y dijo que integrará a unos de sus miembros en la nueva permanente.

Dirigentes califican la reunión de "pantomima"

Algunos dirigentes acudieron a la reunión del Consejo Andaluz, según dijeron, con la sensación de haber caído en una trampa. La tesis de este sector es que la ratificación de Antonio Romero, cuando está ya con un pie fuera, perseguía la confirmación del equipo actual para controlar el proceso de cambio. De hecho, sostienen, la medida se planteó en principio como una manera de evitar una asamblea extraordinaria. "Al modificar la extrategia y asumir una asamblea extraordinaria, esto es sólo una pantomima que busca le legitimación de los dirigentes actuales para continuar los mismos", explicó uno de ellos.Las dos cuestiones ahora determinantes son la composición de la permanente, que se llevará a la ejecutiva, y el reparto de papeles en el grupo parlamentario, que se resolverá hoy mismo en el seno del grupo. Gutiérrez Vilches lo llegó a plantear desde la tribuna: "Lo que es de mayor alcance, como el grupo parlamentario, ha quedado como algo marginal. En cuanto a la permanente, difícilmente se puede creer que los que han tenido más responsabilidad en este descalabro vayan a ser las personas claves".

El equipo de Romero confirmó que éste propondrá hoy al grupo, de seis miembros, su elección como portavoz.

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