Las razones de Gabo
Es infortunado que García Márquez vuelva a agitar banderas en defensa del cada vez más impresentable régimen cubano. Ahora, el pretexto es el caso del niño Elián. Entendámonos. La conclusión de García Márquez es correcta: de acuerdo con el más elemental derecho privado internacional, la patria potestad del niño corresponde al padre, por lo que Elián debe regresar a Cuba. En esto, siento discrepar de Cabrera Infante. Que Elián viva mejor en EE UU que en Cuba no es un argumento válido. Quien piense lo contrario, tendría que considerar aceptable el secuestro disfrazado de adopción de niños en países del Tercer Mundo, con la excusa de mejorar su calidad de vida. Pero lo que me parece inaceptable es la manera como Gabo, como buen novelista que es, se las arregla para darle la vuelta a la tortilla, pintando como culpables e inconscientes a los infortunados balseros. Para Gabo, hay que ser un chulo, o ser engañado por uno, para concebir la peregrina idea de huir de Cuba. No es la primera vez: hace 20 años publicó un artículo en el que nos explicaba, a los jóvenes izquierdistas de entonces, la tragedia de la boat people de Vietnam con las mismas argucias que ahora. Entonces pudo acallar algunas conciencias, como intenta hacer de nuevo. Todo sea para que los incondicionales de su buen amigo Fidel Castro duerman tranquilos. Y pensar que a Borges le negaron el Nobel por motivos políticos...- .
