_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cinespaña

Miguel Ángel Villena

Las victorias de Santana hace treinta años, los recientres triunfos de Indurain, el Nobel de Cajal hace casi un siglo o el flamante Oscar que acaba de obtener Pedro Almodóvar se viven en este país cual si se tratara de gestas nacionales. El propio cineasta manchego se ha encargado de reforzar esta tradición al dedicar su premio, nada más y nada menos, que a todos los españoles. Aficionados a la lotería y a todo tipo de juegos de azar, más confiados siempre en la providencia que en el esfuerzo colectivo y amantes del culto a los caudillos, los españoles enloquecen con las grandes figuras del deporte o del espectáculo. Si el origen de estos líderes es además una humilde cuna, la mitomanía se dispara. Que el hijo de una familia trabajadora de un pueblo perdido en el mapa como Calzada de Calatrava, antiguo empleado de Telefónica por más señas, llegue a codearse con las estrellas de Hollywood supone un orgasmo de sublimación para miles de personas. Es la versión española de esa filosofía americana que sostiene que en EEUU cualquiera puede llegar a presidente.Poco importa que Santana alcanzara la cumbre del tenis en una época en que era un lujo comprarse una raqueta o que Cajal realizara sus investigaciones en medio de un páramo científico. Porque el imaginario colectivo apunta a que los héroes rediman a la sociedad. Servidos estos ingredientes, los poderes de turno sólo han de encaramarse a la cresta de la ola del triunfalismo para ocultar sus vergüenzas. El caso del cine español resulta paradigmático. Recuperado en la última década de una larga crisis, el cine vive unos momentos de euforia que, no obstante, no pueden esconder una producción todavía débil, una escasa colaboración con las televisiones o una cuota de mercado que apenas rebasa el 12% de espectadores. Pero en contraste con esta especie de cruzada nacional que ha aupado a Todo sobre mi madre hacia el Oscar, la prensa francesa sólo ha prestado una discreta atención a la Vida prometida, la película gala que competía con Almodóvar. Francia debe pensar que la grandeur se demuestra con un 30% de cuota de sus filmes en el mercado nacional.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_