Salvem El Cabanyal presenta un informe en favor del barrio y alerta del intento de desmovilizar a los vecinos

Los integrantes de la plataforma cívica Salvem El Cabanyal-Canyamelar presentaron ayer un informe técnico elaborado por el arquitecto de la Universidad de Alicante Juan Calduch en el que se señala que el proyecto del Ayuntamiento de Valencia para prolongar la avenida de Blasco Ibañez hasta el mar "no supondría una mejora, sino una sustitución de la estructura urbana por otra de carácter muy distinto".En el informe se advierte de que el proyecto urbanístico que pretende realizar el gobierno municipal del PP, que preside Rita Barberá, "introducirá una estructura totalmente ajena a la del barrio de El Cabanyal y no se uniría la ciudad con el mar mediante la prolongación de la avenida, sino que ésta pasaría por encima del barrio dejando a las espaldas la trama histórica condenada a su degradación".

La plataforma cívica Salvem El Cabanyal -que tiene a varios de sus integrantes en huelga de hambre desde hace seis días- presentó el informe técnico en vísperas del pleno municipal que se celebrará hoy, donde está previsto aprobar la documentación referida a las alegaciones del ambicioso plan urbanístico. Fuentes de la plataforma cívica aseguraron que la aprobación en pleno extraordinario de la citada documentación responde a un intento de desmovilizar al vecindario por parte del Ayuntamiento, que pretende dar la sensación de que el plan urbanístico ya dispone de aprobación. Un extremo que requiere los informes preceptivos de las consejerías de Cultura y Obras Públicas, todavía pendientes.

Los integrantes de Salvem El Cabanyal-Canyamelar indicaron ayer que de las más de 70.000 alegaciones presentadas al plan urbanístico sólo se han admitido unas decenas, casi todas ellas referidas a viviendas cuya medianera colindaba con la apertura de la avenida o nuevos viales.

Los arquitectos Vicente Gallart y Luis Francisco Herrero, integrantes de la plataforma cívica, rebatieron ayer el argumentario del equipo de gobierno municipal que, en su opinión, contradice la opinión del barrio y las leyes española y autonómica de Conservación del Patrimonio al no respetar numerosos edificios catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC).

A su juicio, el Cabanyal es "una parte diferenciada de Valencia, pero necesita el mismo nivel de desarrollo que el centro urbano para revitalizarse y acometer un ambicioso proyecto de futuro que no pasa precisamente por derribar edificios centenarios y cargarse parte de la historia de esta ciudad".

Este plan urbanístico, que será debatido hoy en un pleno municipal extraordinario y que contará con el voto en contra de la oposición (PSPV y EU), contempla la ampliación de la avenida de Blasco Ibáñez hasta su llegada a la playa de La Malva-rosa, a través del barrio del Cabanyal-Canyamelar. La inversión aproximada para acometer el proyecto de remodelación urbana es de 27.000 millones de pesetas durante los próximos seis años, sin contar con el desarrollo de un Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) como "única salvación para revitalizarlo", según asegura el gobierno municipal del PP.

Por su parte, Gallart recordó que el Plan General de Ordenación Urbana de 1988 ya consideraba resuelta la conexión de Valencia con el frente marítimo y anunció que especialistas en la Semana Santa marinera están ultimando un informe técnico sobre la negativa repercusión de proyecto en las celebraciones.